¿Alguien ha visto a Ricardo Anaya?
El expresidente panista se
ha registrado para optar a una
senaduría por Querétaro en
“medio de un denso silencio
Pues ya estamos todos. Está el PRI, el PRD, el PAN y su candidata Xóchitl Gálvez, el bardo Asurancetúrix (antes presidente Fox) atado a un árbol para que no cante… Y Ricardo Anaya, que vuelve de tierras estadounidenses para presentarse a senador. Un momento… ¿ha vuelto? Quién sabe. ¿Alguien lo ha visto? Dicen los medios de comunicación que el expresidente panista, el excandidato a la presidencia y el exmexicano por exilio voluntario ha regresado para registrarse y optar a una curul en el Senado, de esas facilitas, de las que no hace falta hacer campaña ni nada, de las que se otorgan proporcionalmente a los votos obtenidos. Sin molestar ni hacer ruido.
El 23 de agosto de 2021, Anaya se declaraba “exiliado político” y perseguido por el presidente López Obrador. Estableció su residencia en Estados Unidos, como tantos políticos mexicanos cuando las cosas pintan feas en casa. De inmediato, el Instituto Nacional de Migraciones aclararía que el panista, en realidad, había dejado el país en avión privado desde Tamaulipas el 5 de julio. Al político le acosaba la justicia, que tiene abierta contra él una causa de corrupción, ahora desdibujada, por haber recibido, supuestamente, sobornos millonarios de la trama Odebrechet, como declararon antiguos correligionarios. “Me exilio para poder seguir luchando”, dijo torero. De tarde en tarde, un tuit aquí, otro allá, la figura del blanquiazul se fue perdiendo en silencio.
Anaya se dio al X, como decíamos. Cada mensaje era un golpe contra López Obrador. Si los libros de texto tenían erratas o si las temperaturas alcanzaban un récord histórico, la culpa la tenía el presidente mexicano. Pero no encontraba eco mediático, prueba evidente de que no arden las redes sociales si los medios no les prestan la leña. El 31 de agosto, albricias, Anaya no escribió de AMLO: “¡Con Xóchitl regresó la esperanza!”, decía su mensaje. Después de todo, él había perdido la presidencia contra López Obrador por 18 millones de votos, no había mucho que reclamar. Viva Xóchitl, pues. Pero la candidata nada ha dicho del regreso del panista. Tampoco el actual líder del partido, Marko Cortés. Ni siquiera él mismo lo ha comunicado. Cuánto silencio. En su cuenta de X solo figura su imagen de perfil, “viva moneda que nunca se volverá a repetir”, que decía el poema de Lorca. Y una presentación rechula al lado de su nombre: Futuro de México.
Por ahora, Anaya no es más que el futuro de Querétaro, si llega el caso. Pero el hombre se ve animado, o eso parece su voz en X. Otro tuit recordaba recientemente: “Si vives, trabajas o estudias en el eXtranjero este mensaje es para ti. Este 2024 podrás votar electrónicamente. No tienes que ir a la embajada ni al consulado, solo necesitas tener tu INE vigente”. No se sabe si Anaya entra en la categoría de los que estudian o de los que trabajan en el extranjero. Y después de su registro en el partido para ser senador (con fuero incluido) aumentan las dudas de si es de “los que viven” fuera o en México. A ver si Asurancetúrix canta algo.