Amor ignorante
Ah, el amor, el amor. En este mes se le ve expresado de muchas maneras. Corazoncitos por aquí, cupidos por allá, fotos de amor en las redes sociales, poetas volcando sus plumas para alabar a las musas fuentes de su inspiración, etc. etc. No cabe duda; el amor es una fuerza poderosa, y a mí me encanta disfrutar todas las formas en que este sentimiento se expresa y se pone de manifiesto.
Una de las fotos que vi y que más me gustó es la que pusieron mis amigos Roldán y Zamantha Flores, de la hermana república de Río Bravo. Están ellos dos sentados en las vías del tren, dándose un beso, y a lo lejos se ve que viene la mole de acero. Como comentario en la foto, les escribí: "¡Córranle que ahí viene el tren!".
Las muchas cosas que el amor ignora
Me gustó la fotografía porque, además de la expresión de amor que busca reflejar, hay otras cosas que esta imagen podría simbolizar. La pareja unida en un beso (simbolizando el amor) e ignorando todo lo que les rodea, es una buena representación de todo lo que el amor ignora, es decir, aquello a lo que no le da importancia.
El tren con su avance puede simbolizar el correr del tiempo, así que podríamos decir que el amor ignora el tiempo. O más bien, ignora nuestro tiempo. A veces el amor no llega cuando nosotros queremos; puede que a veces no llegue en esta vida, al menos no en la forma en que nosotros esperábamos. Me recuerdo una canción de Sergio Esquivel, "Luciana", que hablaba de una joven que pasaba el tiempo frente a su ventana, esperando un beso que nunca llegó. Así ocurre a veces, el amor parece volverse escurridizo, pero a las Lucianas del mundo les digo que quizá Dios les quiso dar la asignación especial de convertir la palabra "tía" en sinónimo de la palabra "ángel".
Otro simbolismo de la foto podría ser que el amor ignora los peligros. ¿Cuántos de nosotros no hemos sido lastimados a causa del amor? ¿Para cuántos de nosotros una relación no ha representado el peligro de salir heridos, heridos del corazón? Pero aún así, cuando la herida cicatriza (a veces antes de eso) volvemos a confiar en el amor, volvemos a enamorarnos. Y qué bueno, porque si no lo hiciéramos, tal vez hace tiempo que la humanidad se habría extinguido. A aquellos que son capaces de volver a confiar en el amor les digo que quizá Dios quiere que conozcan mucha gente equivocada antes de conocer a la persona adecuada para que cuando al fin la conozcan, sepan estar agradecidos.
La pareja sentada sobre las vías, un lugar incómodo, pero en el que ellos se ven muy confortables, también podría simbolizar que el amor ignora las incomodidades y los inconvenientes. Cuántos sacrificios no se han hecho en nombre del amor. A ustedes que realizan sacrificios por amor, lo que les digo es que quizá Dios quiere que a través del sacrificio, cuyo significado, por sus raíces latinas, es "hacer sagrado", puedan convertir ese sentimiento de amor en eso, algo sagrado.
El beso con los ojos cerrados podría simbolizar lo que tanto se dice, que el amor es ciego. Quizá Dios quiere que aprendamos a amar ignorando la apariencia externa, que aprendamos a ver el interior, que es en donde él depositó lo mejor de cada uno.
Así es el amor
En conclusión, entonces, el amor es un ignorante. Y no lo digo en el sentido ofensivo que generalmente se asocia a esta palabra, sino en el sentido de que ignora, o le da muy poca importancia, a ciertas cosas como las ya mencionadas, y tal vez otras. Pero a pesar de todas estas cosas que ignora, el amor sigue siendo hermoso, algo por lo que vale la pena luchar.
Así que, a quienes han sufrido por amor (es decir, a toda la humanidad), les digo: No la agarren contra el amor. Así es su naturaleza. Si los ha decepcionado, denle otra oportunidad, y otra más, que el destino de esta Tierra se ha cumplido gracias a millones de oportunidades que los humanos le hemos dado al amor. Ténganle paciencia, porque como ya lo expliqué, el amor es un ignorante. Así ha sido desde el principio de los tiempos, y créanme, no se le ven muchas ganas de querer cambiar.