Con la derecha siempre ´te toca la bala´

Amarga lección ha dado la vida a quienes cayeron víctimas de la estafa promovida por Javier Milei.
En "esa ruleta rusa", según confesó ese delincuente que hoy vive en la Casa Rosada, a quienes confiaron en él "les tocó la bala".
Eso mismo ha sucedido en todo el mundo, a la inmensa mayoría de quienes por fanatismo, ignorancia, desesperanza o frustración terminan votando por la derecha.
Más temprano que tarde esos gobiernos de "salvación nacional" presididos por "libertarios" como Milei o Donald Trump o "cruzados", como Francisco Franco, Augusto Pinochet o Felipe Calderón, conducen a sus pueblos al abismo.
A millones de seres humanos que se han dejado engañar por megalómanos —desde Hitler hasta Milei— "les ha tocado la bala".
Lo trágico es que muchos pueblos —la democracia como la razón también engendra monstruos— han votado por sus verdugos.
Lo trágico es que en muchos países los movimientos de derecha cobran fuerza y, como ya sucedió en Argentina o en Italia, están a punto de tomar el poder.
Lo trágico es que Europa, que se vio devastada por la guerra, parece haber perdido la memoria y Estados Unidos la conciencia de su propio origen.
Sobre el miedo y el odio, dos caras de la misma moneda. Sobre la xenofobia y el racismo avanza la derecha.
A la avaricia y al individualismo patológico apela. En la fe ciega se sustenta. Mano dura promete; plata para quienes le sirvan, plomo para quienes se le enfrenten, para quienes se atreven a pensar distinto.
No son estadistas sino profetas quienes la encabezan.
Las y los guía la providencia divina y, en tanto intérpretes y responsables de cumplir con sus designios, se consideran por encima de las leyes que norman la convivencia pacífica entre naciones.
Nada serían, sin embargo, si no se hubieran sometido al poder de las oligarquías locales, así que más que gobernar a una nación, administran un negocio.
Esencialmente corruptos, solo al dinero sirven y por tanto, como el propio Milei, terminan cometiendo crímenes.
Nada serían tampoco sin la mentira y sin esas y esos que la repiten una y otra vez en la prensa, la radio y la TV.
Aquí ya les pusimos freno, pero no hay que bajar la guardia, porque con la derecha siempre "te toca la bala", como dice Milei.