´Déja-vù´ al 2010

Cuando el río suena es porque agua lleva, y los más recientes acontecimientos registrados dejan ya al descubierto las pugnas por el control de las plazas del norte y centro del estado.

Hay que señalar que fue allá por el año 2000 en que mataron a un agente de la AFI que era hijo de un general del Ejército y habían llegado tras la militarización de la entonces Procuraduría General de la República.

Cerca de dos décadas habían pasado para que otro agente federal perdiera la vida; ahora, la pugna por las plazas fue la causa y aún así desde Palacio siguen señalando que se exagera.

Hace unos días, Martín, un agricultor de uno de los tantos ejidos perjudicados por la pugna de poder entre los dos grupos del Cartel del Golfo, me platicó que no podían entrar ni salir de la comunidad.

Pero aún y cuando ya sabían que esto se venía venir, nadie ha hecho nada por detenerlo y más aún con las detenciones que se han registrado se han incrementado los enfrentamientos.

Lo de ayer por la mañana fue una de las mayores agresiones contra las autoridades, más aún cuando los tres niveles de gobierno han estado señalando que sólo eran hechos aislados.

También hay que señalar a los abatidos de Méndez, Tamaulipas, las camionetas volcadas y quemadas, no sin dejar de mencionar que también quedaron otras que tenían blindaje artesanal.

La violencia ya rebasó a las autoridades; hoy ya no sólo se enfrentan en brechas, ahora los enfrentamientos se registrarán hasta en las principales arterias de la ciudad. 

¿Cuántos más tendrán que perder la vida?, ¿cuántos más heridos o cuantos más desaparecidos? La pugna por el control ya ha alcanzado su máxima, ya no se puede seguir esperando.

Ayer volvimos a ver hechos como los registrados en el 2010, sólo falta que la población civil también se vea afectada como en aquella época en la que autobuses eran detenidos y sus pasajeros eran ejecutados sólo por el hecho de viajar a Reynosa o a Matamoros.

De hecho, algunos autobuses ya son detenidos y sus pasajeros interrogados por civiles, lo que lleva a preguntarme ¿Cuántos muertos más?