Días de guerra
La disputa entre grupos criminales está cobrando dimensiones casi de insurrección, con enfrentamientos diarios en los límites de Reynosa y Río Bravo, así como en la Ribereña o en la región de la carretera a San Fernando —y otras circunvecinas—, donde los delincuentes pelean a muerte por cotos de poder que han sido tolerados bajo la complicidad de algunas "autoridades".
Después de mantenerse como meros espectadores, viendo los toros desde la barrera, los "altos mandos" oficiales decidieron intervenir solo después del atentado contra el secretario de Gobierno de Tamaulipas, de apodo "El Calabazo", Héctor Villegas González.
Antes de eso negaban que la situación estuviera fuera de control, sobretodo después de aquellas desafiantes caravanas del crimen exhibidas en la carretera Victoria-Matamoros. Hasta el presidente López Obrador dijo que sus adversarios exageraban los hechos para golpearlo políticamente. Llegó a presumir que Guerrero estaba peor y nada decían... lo que dice mucho de él mismo.
En la frontera, las bajas del bando criminal ya se cuentan por docenas, y todos los días continúan los enfrentamientos entre delincuentes, o de estos contra corporaciones, lo que mantiene a la ciudadanía con temor y zozobra. Sin tregua para la ciudadanía. Todos los días.
Y es que nadie puede —ni debe— acostumbrarse a la "nueva normalidad" de los tiroteos cotidianos, ya que la gente de bien debe salir a trabajar para ganarse el sustento diario.
La nueva trama de esta historia de terror lleva años, y ahora se suman elementos como la invitación oficial al "grupo Jalisco" en apoyo al de Reynosa, contra el de Matamoros, lo que apunta a reeditar la guerra del 2010.
"Fue la toma de Reynosa", dijo acertadamente un periodista sobre lo ocurrido aquel año. En el 2015 hubo otra gran confrontación, y antes y después otras en menor escala, pero la disputa Matamoros vs Reynosa persiste, sin fin a la vista, sólo administrada por la "autoridad", que a cada rato "refuerza" o "blinda" la frontera, infructuosamente.
Las siglas con las que se autonombran los grupos criminales son lo de menos, pues en realidad todos son delincuentes que a base de terror controlan sus respectivas áreas de operaciones. Y todo a la vista de las "autoridades".
Esto ha sido por años, no es nuevo, pero sigue ocurriendo en el gobierno de los abrazos. Y seguirá pasando aún después de este sexenio cuyo presidente está más preocupado por atacar a sus adversarios políticos que en combatir el flagelo del crimen.
Así como "era antes" sigue ocurriendo ahora, con caravanas de criminales sembrando terror y muerte en la entidad, en una región y país pintados de Morena desde "arriba" hasta lo más bajo.
PD. Y Makito agasajando a los mandos policiacos, con rifas de dinero y felicitándolos por sus "logros". ¿Cuáles? El presidentito vive en el mismo mundo imaginario del bufón de palacio nacional.
enrique.juarez@elmanana.com