El juego perfecto y el Hall de la Fama
Coral Gables, Florida (VIP WIRE). Quienes logran jugar en Grandes Ligas, por supuesto que llegan a lo más alto del beisbol. Y quien tira un juego perfecto por esa alturas, saborea la gloria en lo más sublime de su divinidad.
Pregúntenle al dominicano de San Pedro de Macorís, Domingo Germán (Yankees), de 30 años, quien el miércoles, en su juego 107 de las Mayores le hizo la maldad a los Atléticos, para piarra de 11-0.
Ahora la pregunta lógica: ¿Qué prefirirían los lanzadores de Grandes Ligas, tirar un juego perfecto o ser elevados al Hall de la Fama de Cooperstown?
Creo que la respuesta es Cooperstown, sin discusión.
Pero entonces, ¿cuántos de los 24 autores de la perfección por estas alturas también están en el Hall del Fama?
Solamente ocho, John Montgómery Ward, Cy Young, Addie Joss, Jim Bunning, Sandy Koufax, Jim (Catfish) Hunter, Randy Johnson y Ray Halladay.
Interesante, que la hazaña, apenas alcanzada por 24 pitchers en los 153 años que van de Grandes Ligas, no sirva de boleto a Cooperstown.
Pero es lógico. Eso indica que la mayoría de esos caballeros tuvieron un día grande en su vida profesional, pero dentro de carreras no merecedoras de Cooperstown.
Y no contemos en el grupo a Germán, quien solo está en su sexto año de bigleagger, con marca de 31-26, 4.49.
Dato curioso al paso:
Aquí sí, incluído Germán, de los 24 pitchers de juegos perfectos, seis, la cuarta parte, tienen nombres que comienzan con la letra D. Don Larsen, Denis Martínez, Davil Wells, David Cone, Dallas Braden Domingo Germán.
Más curiosidades:
Don Larsen, por su juego perfecto con los Yankees, sobre los Dodgers, en la Serie Mundial de 1956, es más recordado que la mayoría de los lanzadores elevados al Hall de la Fama.
Y Armando Galarraga, porque el umpire Jim Joyce le dañó su perfección en 2010, es más recordado que la mayoría de quienes han logrado la perfección.
Todavía hay un juego imperfecto más, aquel de 1917, cuando Babe Ruth fue expulsado por el umpire de home. Habían concedido la base por bolas al primer bateador de la tarde.
Lo relevó Ernie Shore, sacaron en segunda al corredor en intento de robo y después hizo los otros 26 outs en fila. Juego perfecto, pero no tanto.
El primer perfecto fue en las Mayores fue por Lee Richmond, del Wolcester, frente a los Cléveland Blues, el sábado 12 de junio de 1880.
Gracias a la vida que me ha dado tanto, incluso un lector como tú.
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@juanvene5