Ernestina Godoy: la abogada de Sheinbaum
"Continuidad con cambio" fue su eslogan de campaña. La Presidenta electa prometió lo mismo, pero mejor: minimizar errores y maximizar resultados
La presentación de los primeros seis miembros de su gabinete en el MIDE ha sido vista —y recibida— como evidencia y confirmación. En la rienda de la continuidad están Ernestina Godoy, Marcelo Ebrard y Alicia Bárcena. En el montecito del cambio se encuentran Juan Ramón de la Fuente, Rosaura Ruiz y Julio Berdegué. La primera cosecha de los Diálogos por la Transformación. Un empate.
Ernestina Godoy Ramos: Consejera Jurídica.
Abogada por la UNAM, nombrada procuradora general de Justicia de la Ciudad de México en 2018, lideró la recién creada (y autónoma) Fiscalía General de Justicia de la entidad entre 2020 y 2024. Durante todo el periodo, acompañó a la exjefa de Gobierno en aquella misión. De tarea quedarán varias interrogantes sobre la independencia de las Fiscalías. ¿No nos resulta extraña la transición de un rol de fiscalización a uno de asesoría directa? Un cincelazo más al fetiche de las autonomías.
Godoy es continuidad, unidad y búmeran.
Godoy es continuidad. Entre los nombramientos revelados hoy, el de la exfiscal brilla por su cercanía con Andrés Manuel López Obrador. El elemento más obradorista del sexteto. En el lejano año 2000, cuando el Macuspano gobernaba la Ciudad de México, ella se desempeñaba como Directora General de Estudios Jurídicos y Legislativos en la Consejería Jurídica del Distrito Federal. Además, es una de las arquitectas del partido guinda.
Godoy es unidad. Con Marcelo Ebrard y Ernestina Godoy, Sheinbaum reafirma aquella expresión conciliadora pronunciada al ganar la interna de Morena: aquí no sobra nadie. Pese a aquella intentona golpista de Ebrard y al respaldo incondicional de Godoy a su amiga de 30 años, Clara Brugada, frente a Omar García Harfuch (candidato de Sheinbaum a la jefatura de Gobierno de la Ciudad), la presidenta electa ha optado por la unidad. No han existido represalias.
Al presentarla hoy, la virtual presidenta la describió como "la mejor fiscal que haya habido en nuestro país, no solamente como fiscal estatal, no solamente en apoyo a las mujeres, en contra de la corrupción y, también, gracias a ella se lograron los índices de disminución de la impunidad en nuestra Ciudad de México". ¿Un guiño? Parece probable que sea Godoy la sucesora del Fiscal General de la República, cuyo mandato termina en —larguísimos— tres años y medio.
Godoy es búmeran. A finales del año pasado, la hoy Consejera seguía otro camino. Buscaba ser ratificada como fiscal capitalina por otros cuatro años. Sin embargo, la oposición de la capital bloqueó el evento como represalia por la investigación en contra del famoso cartel inmobiliario. Fueron meses de arduas negociaciones. La dejaron libre, sin cargo. Error. La entonces fiscal —hoy consejera jurídica esperando a hacer relevo como la próxima fiscal general de la República— renació más fuerte. De pilón: Morena conserva la Ciudad y a su fiscal general, Ulises Lara.
Para la oposición ya es costumbre aquello del tiro por la culata.
Que Sheinbaum haya nombrado a Godoy era esperado. Solo otro nombre estaba en la lista: Arturo Zaldívar. Sin embargo, además de estar impedido constitucionalmente para asumir el cargo tras dejar su posición como ministro de la Suprema Corte, su camino parece ser otro: la implementación de la enrevesada reforma judicial. Un desafío monumental, quizás el más significativo del sexenio.
El papel de Godoy será crucial, quizás más en esta administración que en cualquier otra. En medio de la incertidumbre sobre los derroteros que tomarán las próximas reformas judiciales, hay algo seguro: las modificaciones tomarán tiempo en ser implementadas. Por ello, durante al menos la primera parte del sexenio de Claudia, mientras el poder judicial federal permanezca como lo conocemos —intacto, quisquilloso y vengativo—, las numerosas reformas perfiladas por el obradorismo requerirán de precisión quirúrgica. Algo en lo que, sin faltar a la verdad, falló el sexenio originario. La mala gestión y las estrategias legales deficientes en algo contribuyeron a los fracasos judiciales de los proyectos de reforma de López Obrador.
Godoy será la tercera mujer en desempeñarse como Consejera Jurídica de la Presidencia. Su nombramiento allana el camino al Senado a su suplente, Karen Castrejón, presidenta del Partido Verde. Donde no consiguieron el respaldo presidencial para SEMARNAT (en donde se proyectaba Manuel Velasco), los Verdes hallaron un premio de consolación.
En terrenos en donde la impericia de Estela Ríos predominó, se promete eficacia. Donde la acusada corrupción de Julio Scherer imperó, se augura honestidad y cercanía. Pero no apuremos, Andrés Manuel López Obrador sigue siendo presidente y su agenda legislativa no es corta. Los 70 días que faltan para la toma de posesión de Claudia Sheinbaum serán largos y lluviosos. Godoy espera en el banquillo.