Inteligencia Artificial en la justicia
"Lo que todos tenemos que hacer es asegurarnos de que estamos usando la IA de una manera que sea en beneficio de la humanidad, no en detrimento de la humanidad".
Tim Cook
Actualmente, la humanidad se encuentra en una etapa en donde la tecnología ha invadido todas las esferas del sector público y privado, lo cual se aceleró de manera significativa con la pandemia ocasionada por el Covid-19, en donde se volvió común que las reuniones se realizaran a distancia, uso de firma electrónica, además que se emplearan diversas herramientas innovadoras para evitar la concentración de personas en oficinas o centros de atención.
Con relación a lo anterior, los procesos judiciales no son la excepción, dado que se han tenido que adaptar a las diferentes innovaciones, elaborando acuerdos internos para implementar nuevas herramientas tecnológicas. Legislativamente, si bien el recién publicado en el Diario Oficial de la Federación "Código Nacional de Procedimientos Civiles y Familiares" ha dado un gran avance al incluir un Libro denominado "De la Justicia Digital", aún queda pendiente una reforma constitucional que permita una homologación en todos los sistemas jurídicos en nuestro país, tal como hace algunos años el entonces Senador Ricardo Monreal, presentó una iniciativa para reformar el artículo 17 constitucional a efecto de incluir la impartición de la justicia digital.
En el caso de Tamaulipas, no se es ajeno a esta temática, ya que la Judicatura tamaulipeca ha sido uno de los pioneros en el país en la creación de un tribunal electrónico; aunado a que es reconocido por la constante actualización en diferentes herramientas tecnológicas, tales como la implementación de copias certificadas digitales en expedientes judiciales, la App del Sistema de Asistencia Virtual de personas en libertad bajo caución que permite dar cumplimiento a sus obligaciones de asistencia a los juzgados por ese medio, así como la obligación de los oficios que se emiten por las autoridades judiciales conlleven código QR para autentificar su originalidad, entre otras, que han abonado a un acceso a la justicia pronta.
Sin embargo, aún con el avance de esas herramientas, resultan simples al camino por el que va la justicia digital de la mano con la Inteligencia Artificial (I.A.), y que seguramente pronto llegará a nuestro país diversas formas en las que se pueda impartir y facilitar la justicia la sociedad. Entendiendo a la I.A. como aquella manera con la que cuentan diversos software o máquinas en simular la inteligencia humana, pudiendo realizar diversas tareas, en las que se encuentra desde luego un tipo de razonamiento que llega a diversas conclusiones y resoluciones de problemas. Por lo anterior, debe señalarse que la I.A. no suple las capacidades de un ser humano, sino que lo complementa, ya que como lo señala el Doctor Gustavo Corvalán, ésta no pondera, ni razona, solo simula cuestiones. Por lo que es necesario tener eso en cuenta, dado que se puede llegar a creer que existirán jueces robots que completamente asumirán las funciones humanas, pero no debe ser visto de esa forma, dado que no se lograría el fin complementario beneficioso de la I. A.
Ahora bien, específicamente el uso del ChatGPT en el ámbito jurídico, no debe ser visto para que un Juzgador pueda resolver cuestiones complejas como sentencias en donde se requiera del razonamiento y sensibilidad humana, pues no puede suplir a éstas, sino cuestiones simples, como conciliaciones, detectar recursos notoriamente improcedentes, procedimientos de mero trámite si contención, entre otros; que permitirán a los operadores jurídicos concentrarse en los asuntos que requiera un estudio y análisis de fondo. No se puede ver la I.A. artificial como una amenaza, ni tampoco como algo que suplirá el trabajo de una persona, pero si se utiliza con la madurez y preparación adecuadas, definitivamente auxiliará a los justiciables para que reciban un justicia más pronta y expedita.
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