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Moby-Dick de Herman Melville: La Obsesión, la Naturaleza y la Búsqueda del Significado

  • Por: EUGENIO MILLÁ M.A.
  • 28 SEPTIEMBRE 2025
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Moby-Dick de Herman Melville: La Obsesión, la Naturaleza y la Búsqueda del Significado

Querido lector:

Moby-Dick, la magna obra de Herman Melville, publicada en 1851, es mucho más que una novela de aventuras sobre la caza de una ballena gigante. Con su narrativa compleja y profunda, se ha ganado un lugar de honor en el canon literario universal, siendo considerada una de las obras más importantes de la literatura estadounidense y mundial. La historia de la obsesión de Ishmael, el narrador, y su capitán, Ahab, por la temida ballena blanca, Moby Dick, es también una reflexión sobre la naturaleza humana, la lucha entre el hombre y el destino, y la búsqueda de significado en un mundo aparentemente indiferente.

En este artículo, exploraremos la riqueza filosófica y simbólica de Moby-Dick, cómo su estructura narrativa abarca varios géneros literarios y cómo los personajes, sobre todo el capitán Ahab, representan la lucha interna que cada ser humano experimenta en su búsqueda de sentido en la vida.

La historia central: La obsesión de Ahab con Moby Dick

La trama de Moby-Dick sigue a Ishmael, un joven que decide embarcarse en un barco ballenero llamado Pequod, capitaneado por el enigmático y perturbado capitán Ahab. A lo largo de su relato, Ishmael nos cuenta sobre las diversas aventuras y desafíos que enfrenta la tripulación, pero el verdadero núcleo de la historia radica en la obsesión de Ahab por Moby Dick, una ballena blanca que le arrancó una pierna en un encuentro previo. Ahab no solo busca vengarse de la ballena, sino que su caza se convierte en una metáfora de la lucha del hombre contra las fuerzas cósmicas que parecen escapar de su control.

Ahab es un personaje cargado de simbolismo. En su obsesión por matar a Moby Dick, representa a los individuos que buscan significado o venganza a cualquier costo, sin importar las consecuencias. Su creciente locura, alimentada por la creencia de que Moby Dick es el mal encarnado, lo convierte en una figura trágica, que va más allá de la figura de un simple villano. Ahab es la representación de un deseo humano tan profundo de alcanzar algo trascendental que, al no poder conseguirlo, lo convierte en su único propósito, sin importarle el costo para sí mismo ni para los demás.

La simbología de Moby Dick: La ballena blanca como espejo de la humanidad

Moby Dick, la ballena blanca, es mucho más que un simple animal en la historia. Su representación es multifacética y se presta a múltiples interpretaciones. En la obra, Moby Dick puede verse como un símbolo de la naturaleza indomable, de fuerzas cósmicas que el hombre no puede controlar ni comprender. Es un ente misterioso e imparable, que parece desafiar la lógica humana y la comprensión del universo.

La ballena también puede interpretarse como una representación de la obsesión misma, esa fuerza destructiva que consume al hombre en su búsqueda por apoderarse de algo inalcanzable. 

Ahab, al perseguir a Moby Dick, busca un propósito que le da dirección y significado a su vida, pero al mismo tiempo, su fijación en la ballena lo aleja de las relaciones humanas y de la razón.

Más aún, Moby Dick puede ser vista como el rostro de la fatalidad y el destino. A medida que Ahab se adentra más en su caza, la ballena parece representar lo ineludible, algo que está destinado a suceder, y el esfuerzo humano por evitarlo o cambiarlo resulta inútil. En este sentido, Moby Dick se convierte en un símbolo del caos cósmico, de la lucha humana contra fuerzas más grandes que el propio individuo.

Ishmael: El narrador como observador filosófico

Ishmael, el narrador de Moby-Dick, es el antítesis de Ahab. Mientras que Ahab es una figura de acción y obsesión, Ishmael es el observador, el filósofo, el que cuestiona y reflexiona. Desde el inicio de la novela, Ishmael busca explicaciones para la existencia humana, la naturaleza y el destino. A través de su voz narrativa, el lector se enfrenta a una obra que mezcla géneros, filosofías y visiones del mundo, ya que Ishmael no solo relata los hechos, sino que también los interpreta a través de digresiones sobre el significado de la vida, la religión, la muerte y la naturaleza.

Aunque Ishmael se muestra como una figura más racional, que a veces se siente distante de las intensas pasiones de Ahab, su participación en la historia y su propia búsqueda personal le otorgan una relevancia significativa. Es un hombre que, aunque consciente de la locura de Ahab, se ve atrapado en el torrente de emociones de la tripulación y comparte en última instancia el destino trágico de su capitán. La supervivencia de Ishmael al final de la novela, como único miembro de la tripulación del Pequod que escapa, tiene una dimensión filosófica importante: su presencia es la única forma en que la historia sobrevive, la voz del testigo que observa y aprende del caos humano.

El carácter del Pequod: La tripulación y la lucha colectiva

Aunque el capitán Ahab y Moby Dick son los personajes principales de la obra, el Pequod y su tripulación son fundamentales para comprender el drama global de la historia. La tripulación del barco, que está compuesta por hombres de diversas razas, culturas y personalidades, sirve para representar la humanidad en su conjunto, con sus luchas internas, sus pasiones y sus destinos entrelazados.

El hecho de que el capitán Ahab no sólo arrastra a su tripulación hacia la caza de la ballena, sino que lo hace al costo de su propia moralidad y bienestar, subraya la tensión entre la individualidad y la colectividad. Mientras que Ahab es consumido por su obsesión, los otros miembros de la tripulación, como Queequeg, Starbuck y Stubb, tienen sus propios intereses, visiones y respuestas ante la misión que emprenden. Queequeg, un harpooner nativo, representa la diferencia cultural, mientras que Starbuck, el primer oficial, es un hombre de fe que se resiste a la obsesión de Ahab.

Conclusión: La tragedia humana de Moby-Dick

Moby-Dick es una de las novelas más complejas y multifacéticas de la literatura occidental. A través de la figura del capitán Ahab y su obsesión con la ballena blanca, Herman Melville explora los límites de la razón humana, el sufrimiento causado por la obsesión y la fatalidad del destino. Mientras Ahab se consume en su búsqueda de venganza, la novela invita a los lectores a reflexionar sobre la naturaleza de la humanidad, la lucha contra fuerzas que escapan al control del individuo, y la búsqueda de significado en un universo caótico.

La historia, cargada de simbolismo y de una rica exploración filosófica, continúa siendo relevante hoy en día como un testimonio de las pasiones humanas y los límites de la razón. Moby-Dick no es solo una historia de aventura, sino una reflexión profunda sobre los aspectos más oscuros y complejos de la existencia humana. En su lucha contra Moby Dick, Ahab se convierte en una figura trágica cuya caída es, en última instancia, un recordatorio de que la búsqueda del significado puede ser, a veces, la mayor de las obsesiones humanas.

Para concluir con el artículo me despido esperando que tengas una semana muy aprovechada y llena de mucha lectura y descubrimiento. Un abrazo Grande. Aprovecha cada día al máximo, “Carpe Diem” y también “Carpe Nocte” ¿por qué no? ¡Hasta la lectura siempre! Instagram: coneldiabloenlosdetalles


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