Muerte, el sello del gobierno de Morena
La vida es el mayor bien que cualquier ser humano posee y protegerla debería implicar la utilización de todos los recursos disponibles. Sin embargo, para el gobierno de Morena, no es así.
El oficialismo derrocha los recursos públicos en proyectos absurdos como la creación de una aerolínea, la compra en el extranjero de refinerías obsoletas, la adquisición millonaria de vacunas inservibles, el pago de indemnizaciones por incumplimiento de contratos, la rehabilitación de estadios de béisbol y sobrecostos estratosféricos para la construcción del Tren Maya y refinería de Dos Bocas, así como la adquisición de un nuevo avión presidencial, entre muchas otras absurdidades.
En contrapartida, en instituciones clave para la supervivencia y bienestar de la población, el gobierno realiza grandes recortes que ponen en peligro la vida de las personas.
A pesar de contar con los presupuestos más grandes en la historia de México, el gobierno de Morena ha desatendido a los más pobres y los servicios públicos más básicos.
La pésima gestión gubernamental de la pandemia ocasionada por el SARSCoV-2 ha causado el fallecimiento de 984 mil 563 personas entre 2020 y 2023, de las cuales 53.6% fueron mujeres y 46.4% hombres, quienes lamentablemente perecieron por falta de atención médica, medicinas e insumos. Esto se debe a que Morena desapareció el Seguro Popular y creó el inservible INSABI, el cual hoy ya tampoco existe, y dejó de invertir en salud.
Tan sólo en 2022, un total de 116 mil personas fenecieron sin recibir atención médica, lo cual se debe a que los padecimientos del corazón se incrementaron en un 58% y la diabetes mellitus en un 19%, sin que exista una respuesta gubernamental para garantizar atención médica oportuna.
En México, 8 millones 189 mil personas padecen inseguridad alimentaria grave, condición que genera complicaciones en el organismo y que cobra diariamente la vida de 23 mexicanos.
Entre 2018 y 2023 han perdido la vida 154 mil 84 personas en hechos de violencia e inseguridad pública, una cifra que supera las de cualquiera de los sexenios anteriores y que desafortunadamente son resultado del estrepitoso fracaso de la política gubernamental morenista.
En el país sufrimos de un grave juvenicidio, que significa el asesinato sistemático de la población de entre 15 y 29 años. En lo que va del actual sexenio, han fallecido 50 mil 449 jóvenes víctimas de la violencia y de la omisión gubernamental. Esta cifra, por desgracia, se incrementa diariamente con 26 nuevos casos.
Asimismo, hasta la fecha existen 249 mil 930 personas que han sido reportadas como desaparecidas y no localizadas.
De 2019 a mayo de 2023, suman 2 mil 600 fallecimientos de migrantes durante su tránsito por territorio nacional para cruzar la frontera con Estados Unidos, como resultado de la falta de inversión en el Instituto Nacional de Migración, así como de la impunidad con la que operan grupos delincuenciales.
Estas son algunas de las consecuencias de la confluencia de malas y graves decisiones gubernamentales, caracterizadas por el desvío de recursos públicos, y que se traducen en la pérdida de vidas humanas.
México merece un gobierno que realmente invierta en sus necesidades y garantice su seguridad.