Muy posiblemente padeceremos una presidente ilegal
De verdad que, aunque aquí pase algo gravísimo, no pasa nada. Resulta que el TRIFE ya emitió una sentencia parcial relacionada con la elección. Y es una sentencia ratificada, en la que se dictamina que el Presidente es un delincuente electoral y detalla los delitos. A pesar de ser un Tribunal sospechosamente cargado a su favor, como los hechos son tan violatorios, que sentenció que el Presidente vulneró los principios de imparcialidad y neutralidad pero, no obstante su gravedad, ni lo penalizó ni anuló la elección. En otros países se habría anulado la elección, pero aquí no.
Todo apunta a que oficialmente tendremos una Presidente ilegítima. Anteriormente tuvimos uno legal, pero no oficial. La historia da vueltas. Y ante este atropello, tanto la excandidata que dice amar la democracia, como los "partiditos opositores", ni pío dijeron. Hasta el mismo artífice del fraude, se burló de ellos, declarando que estaban dormidos y paralizados desde el 2 de junio.
La excandidata ni siquiera se presentó cuando la convocaron a la sesión en la que se desahogarían las pruebas que ella misma entregó, algunas aportadas por ciudadanos que creyeron en ella. Argumentó que hay que saber perder. Pero una cosa es saber perder y otra ser cómplice de un fraude, máxime cuando no hizo lo que había que hacerse.
Tal vez esté muy contenta porque, cumplió su obsesión de no obedecer órdenes masculinas. Y, por otro lado, los "líderes" de los partiditos están afanados tratando reelegirse o dejar en su lugar a alguien de su camarilla. Eso de la impugnación y la defensa de la democracia no les interesó.
Aunque haya un catálogo de ilegalidades suficientes hasta para anular la elección, sabíamos que sería una elección de estado, por lo que difícilmente será anulada, y menos dejando de hacer lo procedente, pero es indispensable seguir luchando para no permitir que se salga con la suya tan fácilmente.
Aunque el Tribunal sentenció un hecho que fue público y notorio. En su caracterización favorita de "Payasito Victimita", mintiendo cínicamente, como es su costumbre, aunque lo vimos millones, alegó que jamás hizo lo que dicen que hizo. Fustigó a los magistrados acusándolos de conservadores y mentirosos. "Olvidó" que, en 2006, acusó a Fox de intervenir en la elección por actos mucho menores y logró que se modificara la Ley, para que ahora él mismo la viole. Típico comportamiento de dictador "socialistoide".
La corrupción y nulidad de los partiditos tiene harto al electorado. Esto pesó bastante en el fatal abstencionismo que contribuyó a facilitar el fraude. Esto apunta a la desaparición de los partiditos como están ahora. El PRI siempre fue el mismo y aún, cuando formó parte de la coalición, no inspiró mucha confianza, por lo que llegó a su tope. El PAN actual es totalmente diferente al de su fundación, por lo que podría tener una pequeña oportunidad de resucitar, es un moribundo que puede recuperarse si regresa a sus principios, pues con ellos inspiraría confianza al electorado.
Ante este panorama, sólo tenemos dos "sopas". Aprendemos a sobrevivir bajo la tiranía globalista o luchamos conformando verdaderos partidos políticos integrados mayoritariamente, (no faltarán vividores), por miembros que entiendan la política como un apostolado que busca el bien común en el cual todos los individuos tengan oportunidad de realizarse como seres humanos, con el valor y el cuidado para inconformarse ante las arbitrariedades, ineptitudes y estupideces "obradorizadoras", para que coordinados con el sector social patriota, impidan que la dictadura acabe de implantarse, para luego derrocarla y establecer un sistema social que engrandezca a México.
Es necesario que la sociedad, entienda que la verdadera fuerza de un país sano, se encuentra en ella misma, si actúa adecuadamente. Aquí cabe una pregunta: ¿Quién es más culpable, el tirano que oprime o el pueblo que se lo permite? Pero para que la sociedad derrotemos al enemigo, necesitamos organizarnos basados en los valores humanos más elevados con sabiduría, sin olvidar que los seres humanos somos muy complicaditos y esto es algo que hay que vigilar permanentemente. Necesitaremos formar mejores hombres.
Para empezar, requerimos manifestarnos masivamente para presionar y evitar, o al menos reducir, todos los males que pretenden aplicarnos para acabar de encadenarnos al imperialismo globalista. Aunque Xóchitl "tiró la toalla", y no haciendo lo que le correspondía, rechazó la oportunidad de ser la líderesa o la cara del movimiento libertario.
Afortunadamente, parece ser, que hay un grupo de abogados, respaldados por la Marea Rosa y más de cien organizaciones ciudadanas que han denunciado ante las autoridades correspondientes delitos de índole variada, principalmente electorales y están dándole seguimiento a los procesos jurídicos.
También han denunciado, irregularidades usadas para realizar su mega fraude; como el uso de recursos públicos y programas sociales para presionar el voto, las intervenciones presidenciales en la mañanera promoviendo a su "Corcholata" y atacando a su opositora, la sobre representación en el Congreso, el ataque contra el Poder Judicial y una larga lista de delitos y amenazas.
Los "partiditos" de forma unilateral, ignorando el sentir popular, irresponsablemente, (más bien traidoramente), se desistieron de solicitar la anulación de la elección. Total, que unos con su mega fraude y otros con su mega desinterés, nos están perjudicando.
En realidad, Xóchitl y algunos "derrotados" de la alianza no perdieron en las urnas, sino en el conteo de los votos, apoyado en la falsificación de actas, la coacción del voto de diversas formas, la anticipación ilegal de los tiempos de campaña, el rebasamiento de los topes de campaña, la clonación de credenciales y otras triquiñuelas más.
Legalmente la elección aún es defendible, pero todos sabemos que la mafia del poder acabará imponiéndose ilegalmente. Al escribirse estas líneas el TRIFE todavía no declaraba a la Presidente Electa, lo que significa un resquicio de esperanza, que dice que todavía no nos derrotan, por lo que debemos redoblar nuestros esfuerzos para lograr el "milagro" de triunfar en esta Elección de Estado y del Narco.
Si bien es sumamente difícil, máxime que la excandidata y los "partiditos", ya abandonaron la lucha, la sociedad tiene que seguir en la batalla. El presidente se siente tan seguro que, indebidamente, ya le está nombrando secretarios a su sucesora.
Obviamente, el reto es gigantesco, si no logramos vencer al Partido Abstencionista en las urnas, la cosa se pondrá más difícil, ahora que hay muchos decepcionados o derrotados, que, por la actitud de la excandidata o del resultado anunciado, ya renunciaron a la lucha.
Pero, si queremos rescatar nuestra patria, no podemos darnos por vencidos. Posiblemente los temas que a los hombres nos resultan más difíciles, sean la religión y la política. Por eso para incrementar la fuerza social requerimos ocuparnos en lograr que la realidad política sea conocida en forma masiva y tengamos una ciudadanía mejor informada y racional.
Además, sería muy conveniente que todos entendiéramos que tenemos que ser prudentes y desarrollar una estrategia muy bien planeada, ya que es muy complicado convocar y organizar multitudes. Así que, para realizar una manifestación, se debe realizar de tal forma que sea masiva, de lo contrario, además de desaminar a la ciudadanía, le dariamos material al "Jefe Máximo de la Trastornación" para burlarse, promover el desánimo, facilitándole su propósito perverso.
No debemos desaprovechar la oportunidad de que todavía el TRIFE no declare la Presidente Electa, para manifestarnos masivamente y con entusiasmo el próximo día once, para intentar anular la elección y sobre todo impedir la sobre representación. Como la Constitución no rige, la anulación será muy difícil, pero no imposible.
Debemos impedir a toda costa la "sobrerrepresentación", pues si la logran, se convertirán en los dueños absolutos del país y entonces estaremos perdidos. Y aún, cuando ni eso lográramos, necesitamos que sepan que estamos dispuestos a seguir luchando. No cabe duda que nos encontramos en el momento más riesgoso de nuestra historia y que la patria requiere de nosotros.