Nuevos consejeros electorales, a modo
La elección de cuatro nuevos consejeros electorales está viciada de origen.
Cuestionado desde un principio, por supuestamente estar amañado, el proceso parece ser un mal chiste de la 4T hacia el órgano encargado de velar por la democracia.
El Consejo General del INE está integrado por un presidente y 10 consejeros electorales, que tienen voz y voto en las decisiones que se toman. También lo conforman consejeros del Poder Legislativo y representantes de los partidos políticos nacionales, además del secretario Ejecutivo.
El 3 de abril concluyen su encomienda los consejeros Lorenzo Córdova, Ciro Murayama, Adriana Favela y José Roberto Ruiz.
Quienes están encargados de evaluar a los candidatos son María Ester Azuela Gómez, Sergio López Ayllón, Ernesto Isunza Vera, Araceli Mondragón González, Enrique Galván Ochoa, Evangelina Hernández Duarte y Andrés Norberto García Repper Favila.
Personajes ligados a la 4T han obtenido los resultados más altos en los exámenes.
Entre los hombres, Netzaí Sandoval, hermano de la tristemente célebre Irma Eréndira, Jaime Miguel Castañeda Salas, quien hasta hace unas semanas se desempeñó como coordinador de asesores en la representación de Morena ante el INE, y Armando Ocampo Zambrano, quien renunció a la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas de la Ciudad de México luego del accidente de la Línea 12 del Metro. (Ayer se supo que los últimos dos ya no aprobaron la reciente evaluación, quitándole presión a la 4T de que a algunos les habían pasado el examen anterior, aunque Castañeda no necesitara de esa artimaña).
Entre las mujeres, también resaltan "particularidades".
La más alta calificación la obtuvo Bertha María Alcalde Luján, hermana de la secretaria del Trabajo, Luisa María Alcalde, e hija de Bertha Luján, expresidenta del Consejo Nacional de Morena. Bertha María fue delegada de los programas de Bienestar en Chihuahua y es a quien el presidente López Obrador quiere de presidenta en el INE.
Habrían obtenido mejores calificaciones que especialistas en la materia, lo que extrañó a los actuales consejeros.
Carla Humphrey, por ejemplo, fue contundente: "Lo que sí llama la atención es que personas absolutamente ajenas al ámbito electoral, obtengan esas calificaciones. Sobre todo, porque en este momento muy concreto tenemos la ley anterior, la ley que entró en vigencia relativamente poco antes del examen y, la verdad, para los que nos dedicamos a esto, hacer todos los comparativos, entre estos cambios a seis leyes, cuáles son las implicaciones que tiene, sí es llamativo que estén en primeros lugares personas ajenas". (A la señora Humphrey la batearon y no la dejaron participar en el proceso).
Se ha publicado que en los ensayos elaborados por aspirantes a consejeros que son afines al gobierno se defiende al plan B de la Reforma Electoral, impugnado justamente por el Consejo General del INE.
Hay quienes acusan otras irregularidades en el proceso de selección.
Especialistas en materia electoral, como Miguel Ángel Lara Otaola, quien participa en el proceso, dio a conocer en sus redes sociales que el sistema de cómputo utilizado para la prueba no funcionó adecuadamente, pues muchos no pudieron iniciar el examen a tiempo y la captura se interrumpió en varias ocasiones. "En mi caso, la desconexión ocurrió 6 veces", aseguró. Dijo que se contaron mal los aciertos y las preguntas incluidas no fueron elaboradas por una institución académica o por especialistas.
En estos días son evaluados los 92 aspirantes finalistas. De ahí saldrán los consejeros a modo, los que necesita el presidente y su gobierno para sepultar al INE, el mismo que reconoció su triunfo en las elecciones presidenciales del 2018.
Y si no pasan las evaluaciones, que venga la tómbola.