Otra carta llega desde el más allá de Charlie Finley para Mart Cotsay
Coral Gables, Florida (VIP WIRE). Amigo Mart: Me imagino ya sabrás que, desde diciembre de 1960 hasta agosto de 1980, fui propietario del equipo que ahora diriges, los Atléticos. Me conocían entonces como Charlie O.
Realicé la segunda mudanza del equipo, de Kansas City a Oakland, en 1968. La primera había sido la de Philadelphia a Kansas City, en 1955. Ya ves, éste es el equipo de Grandes Ligas con más cambios de sede en la historia.
Pero es que la existencia de estas franquicias no es posible, sin el apoyo económico y político de los gobernantes. Allá ha habido muy pocas figuras en el gobierno que se hayan ocupado del deporte espectáculo.
Y no es una acusación injusta, ni nada parecido. La historia es testigo: Cuatro franquicias de máxima categoría han abandonado Oakland en los últimos 47 años. Las Focas (hockey sobre hielo) en 1976; los Guerreros (basquetbol) en 2019; los Asaltantes (fútbol americano) en 2020; y ahora los Atléticos, quienes se irán para la campaña 2024, aún cuando no estará listo su nuevo estadio hasta 2027. Jugarán mientras, en el local triple A de Las Vegas.
Las gerencias han tenido también su grado de culpa. Por ejemplo, el actual propietario de los Atléticos, John Joseph Fisher, ha pagado durante 10 años, uno de los honorarios más bajos del beisbol. Este año, 69 millones 135 mil dólares, cuando el promedio de los otros 29 equipos es de 233 millones.
Por eso, todo lo que los Atléticos han ganado en las temporadas de esas dos décadas, ha sido un juego de playoff.
Si no se les paga lo máximo a los peloteros, no ganas títulos.
Llevé a ese club figuras como Reggie Jackson, Dagoberto Campaneris, Sal Bando, Joe Ruddy, Jim (Catfish) Hunter, Rollie Fingers y Vida Blue, y lo convirtieron en ganador.
Y me tocaron dramas como el de 1974, cuando, después de ganar tres Serie Mundiales consecutivas a Rojos, Mets y Dodgers, perdimos a Hunter como agente libre, uno de los primeros que hubo, por un problema contractual.
Veo muy mal que los Atléticos vayan a La Ciudad del Pecado, llamada así, no solo porque sea el paraíso de los casinos, sino porque es la única donde la prostitución es permitida.
Si una vez fueron execrados del beisbol, nada menos que Willie Mays y Mickey Mantle, por aparecer en un comercial de casinos; si Pete Rose permanece fuera del beisbol por apostar; si suspendieron, de por vida, a ocho de los Medias Blancas, por venderse a los apostadores en la Serie Mundial de 1919, ¡¿cómo es posible que ahora los casinos sean socios-propietarios de equipos que fueron tan brillantes, como los Atléticos?!
Mark: te dejo mi corazón cargado de amistad y de esperanzas ganadoras... Charlie.
Gracias a la vida que me ha dado tanto, incluso un lector como tú.
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@juanvene5