´Por encima de la Ley está mi autoridad´
El show matutino del presidente López, del pasado viernes 23 de febrero, resultó tan controvertido cuanto revelador: el mandatario confirmó ser un relativista pronto a violar la ley a su conveniencia sin el menor remordimiento.
Todo se debe a que un día antes, el jueves 22, López filtró un mensaje que la jefa de la corresponsalía del New York Times (NYT) le hizo llegar.
El problema de dicha filtración es que, al exhibir directamente los pantallazos, López mostró públicamente el número de la titular del NYT en México.
Ello llevó a que el 23 la periodista Jésica Zermeño, de Univisión, lo cuestionase por dicha filtración. Las preguntas se centraron en recordarle que existe una Ley de Protección de Datos Personales; que México es el país más peligroso del mundo para ejercer el periodismo y que con ello ponía en riesgo la vida de su compañera; cerró preguntándole si creía haber actuado bien y si volvería a hacerlo.
López arremetió contra comunicadores; argumentó que él, su prestigio individual y su investidura están por encima de la ley; dijo que si la periodista estaba preocupada que cambiase de teléfono y concluyó afirmando que sin duda volvería a publicar los datos personales de quien considere necesario.
¿El presidente está por encima de la ley? Absolutamente no. López llegó al poder bajo las normas electorales, asumió el cargo jurando cumplir y hacer cumplir la ley y el poder de su investidura proviene del conjunto de normas enmarcadas en la Constitución mexicana.
Este hecho confirma que el presidente no se siente obligado a limitar sus actos según lo que establece la ley, que está convencido que para él no aplican las normas y reglamentos y que seguirá actuando según su conveniencia.
Las consecuencias de un presidente que desprecia la ley también las vemos en seguridad: desde 2019, López ha impuesto a mandos militares en instituciones en las que sólo se permiten civiles.
En 2023, justificó las ejecuciones extrajudiciales del Ejército en Tamaulipas e instruyó a las Fuerzas Federales que le permitiesen a grupos criminales la toma de Chilpancingo y otras partes de Guerrero.
En su campaña de 2018, López repitió incansablemente que se gobierna con el ejemplo, no debe sorprendernos que muchos ciudadanos hayan decidido seguir su ejemplo al filtrar los celulares de las candidatas presidenciales, funcionarios morenistas y del hijo del presidente para insultarlos.
López lidera el conflicto social, el desprecio por las instituciones y el repudio por la ley. Este es su legado, que si no es atendido por nuestra próxima presidenta, nos llevará a la ingobernabilidad y empeoramiento de la violencia social. (Director del Observatorio Nacional Ciudadano)
@frarivasCoL