Una historia plagada de corrupción
La corrupción en México es un fenómeno complejo. Durante el sexenio de Peña Nieto se volvió deporte nacional, no porque antes no existiera, pero en esos años desviar recursos públicos, robarse el dinero de todos, hacer negocios privados, crear empresas fantasmas, lavar dinero, se volvió parte del corazón de un gobierno depredador. Todo ese gran saqueo de las finanzas públicas se ha documentado parcialmente, unos cuantos de los responsables han sido juzgados y encarcelados, pero otros muchos permanecen en la impunidad.
Los casos abundan, pero hay expedientes emblemáticos que han sido documentados. Algunos gobernadores —excepcionalmente— se lanzaron a combatir de frente esa corrupción, como Javier Corral en Chihuahua. Las operaciones de desvíos millonarios se hicieron a través de triangulaciones financieras, como la famosa operación Safiro. Múltiples abusos se cometieron mediante el Ramo 23, conocido como el de los moches. De todo eso trata el libro: <i>El caso de la viuda negra</i>, de Manu Ureste, Zedryk Raziel y Arturo Ángel, (Grijalbo, 2022).
Es una investigación periodística escrita por tres autores que narra dos historias, el asesinato de un alto exfuncionario de Hacienda, Isaac Gamboa, que trabajó para Luis Videgaray cuando fue secretario y el hombre poderoso del peñismo y, por otra parte, la operación Safiro, que vinculó al exgobernador César Duarte con Hacienda y el PRI de Beltrones y de su segundo al mando, Alejandro Gutiérrez. Esta historia de corrupción llegó a los niveles más altos del poder político, a Los Pinos con Peña Nieto. No es posible que ese nivel de robo, miles de millones de pesos, se hayan llevado a cabo sin la aprobación presidencial.
Con la investigación judicial en el gobierno de Corral se pudo juzgar y encarcelar a varios de los colaboradores de Duarte. Recientemente, se logró extraditar al exgobernador, quien hoy se encuentra detenido en Chihuahua. César Duarte fue uno de los grandes ladrones del "nuevo PRI" que usaron el puesto para enriquecerse. Pero no fue el único. Hubo muchas operaciones Safiro en diferentes estados, la diferencia es que sólo en Chihuahua se investigó y se persiguió judicialmente a los responsables. El mecanismo era hacer un contrato de Hacienda con el gobierno del estado, luego una desviación de esos recursos hacia el PRI nacional para campañas políticas, para negocios y lavado, como lo muestra el libro de la viuda negra. El caso de Isaac Gamboa, asesinado en mayo de 2020 junto con sus hermanos y su madre en Morelos, ejemplifica de qué forma se abría o cerraba la caja, él tenía la llave de los recursos de Hacienda para los estados. ¿Crimen pasional y/o pieza clave de una de las mayores operaciones de lavado de dinero en México?
La corrupción sistémica que muestra este libro es uno de los mayores males del país. Sin embargo, lo que ha pasado en este sexenio de la 4T deja mucho a deber: está detenida —de forma polémica— Rosario Robles por la Estafa Maestra; con un expediente cada vez más débil, está detenido Emilio Lozoya; el exsenador panista Lavalle fue encarcelado por recibir moches para aprobar la reforma energética; Duarte fue extraditado y está detenido, además de otros exgobernadores priistas que siguen en prisión. Pero la gran promesa de AMLO para limpiar y acabar con la corrupción no se ha cumplido, no hay mejores instituciones y contrapesos como el gran antídoto a la corrupción.
¿Por qué razones no se ha realizado un gran operativo para castigar a los responsables de más arriba de los casos emblemáticos de corrupción como Odebrecht y operación Safiro? Mientras eso no pase, la impunidad seguirá siendo una afrenta al país. Si hoy AMLO asegura que ha detenido la corrupción en los altos niveles del gobierno, mañana puede regresar.
El caso de la viuda negra nos deja varios mensajes: la corrupción es cada vez más fácil de realizar mediante sofisticados mecanismos financieros; no es tan difícil de documentar, parece que se vuelve casi imposible de castigar...
Investigador del CIESAS
@AzizNassif