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Xóchitl, y las claves del segundo debate

  • Por: SALVADOR CAMARENA
  • 30 ABRIL 2024
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Xóchitl, y las claves del segundo debate

La pésima noticia del debate es que ha destapado el permiso para más violencia verbal en un ambiente que ya estaba, y está, muy caldeado

El segundo debate arrojó luces de lo que se propone la candidatura de la oposición en el cierre de la campaña. Aquí sus claves, arrancando con un brevísimo comentario de lo que hicieron la candidata oficial y quien encabeza la, lejana, tercera opción. Arranco con éste.

Candidato Jorge Álvarez Máynez

Tuvo un libreto de doble vía muy bien diseñado. Busca consolidarse entre votantes jóvenes y las familias de padres primerizos. Lució articulado y claro en su objetivo, tanto como descarado en hacerle la chamba a Andrés Manuel López Obrador al atacar a Xóchitl Gálvez.

Candidata Claudia Sheinbaum

Xóchitl Gálvez la provocó hasta hacerla meterse de lleno al lodo. Administró mal su tiempo; para suerte suya, la opositora hidalguense no aprovechó suficientemente la imposibilidad de la exjefa de gobierno de responder por carecer de minutos. Claudia Sheinbaum tenía que haber salido del debate con la etiqueta de, más que nunca, inalcanzable. No aumentó esa ventaja. Se lleva, en cambio, sobre sí la duda de si es o no mentirosa. Gálvez la hizo titubear en un par de ocasiones. Sí tuvo que dedicar tiempo a defender a AMLO, lo que le restó margen para propuestas o responder a ataques.

Candidata Xóchitl Gálvez

Tiene un primer acierto al volver a su imagen convencional: se le vio más natural, menos enojada, y más consistente con esa que todos conocen. En ese mismo sentido, no dejó de cometer errores o de tropezarse, así es ella.

Su planteamiento temático es interesante: para ella ha comenzado ya el tercer debate, el correspondiente a seguridad, y por eso sus ataques al "narco gobierno". De aquí al 19 de mayo, fecha del próximo encuentro, por ahí va a tratar de socavar a Sheinbaum.

Hace además un gesto definitivo a aliados que le pudieran ser muy útiles:

—Las iglesias. Católicos y evangélicos tomaron apunte de cómo Xóchitl denuesta, como ellos, a la santa muerte y al gobierno que no la condena.

—Empresarios. Habla de apoyos, de defenderlos contra la semana de 40 horas, de dialogar con ellos...

Además de aliados, apoya y se apoya en los candidatos donde Morena ha encendido los focos rojos:

—Se suma al tema del pésimo manejo del agua en la Ciudad de México, y en los escándalos de corrupción que se imputan a la candidata morenista en Veracruz Rocío Nahle. El prianismo se consolida.

En congruencia con lo anterior, declara su orgullosa agenda prianista: vuelta de la inversión privada a Pemex, por ejemplo, sin cancelar pensiones o derechos.

Y, en el postdebate, pretenden desatar la dinámica del voto útil. En ese sentido debió exhibir más a Álvarez Máynez, pero en todo caso sí defendió que solo hay dos opciones, no tres.

Conclusión

El mayor riesgo de Xóchitl Gálvez era terminar la noche del domingo como la parte de en medio de un sándwich, aplastada a doble frente. No ocurrió así.

Otro riesgo era que la gente —los indecisos han crecido según las encuestas de El Financiero— voltearan a ver a Álvarez Máynez por descarte, al ver que ella se había "caído" sin remedio.

El otro factor de cuidado era que le hubieran sacado una acusación gravísima e incontestable, inventada o real. Insistir en sus contratos como funcionaria tiene poco kilometraje y, sobre todo, para bien o para mal no es novedoso.

La pésima noticia del debate es que ha destapado el permiso para más violencia verbal en un ambiente que ya estaba, y está, muy caldeado: las cuatro semanas que restan a la campaña son de pronóstico reservado en cuanto a polarización. Ojalá quepa la mesura.

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