Editoriales - Análisis

Mejor, imposible

  • Por: FORTINO CISNEROS CALZADA
  • 10 SEPTIEMBRE 2021
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Mejor, imposible

Foto: Archivo.

Pudiera parecer un contrasentido decir que se bordó en lona, por aquello de que el bordado es una labor fina que termina en obra primorosa; pero, la seducción de Kamala, junto a la inteligencia de Tatiana, la habilidad de Marcelo y la experiencia de Blinken, dieron como resultado medidas concretas, viables y con un carácter eminentemente humanista, a los retos que se plantearon como la agenda del Diálogo Económico de Alto Nivel entre México y Estados Unidos, que ayer se puso en marcha en Washington.

El encuentro debió girar sobre cuatro temas específicos: Reconstruir juntos; Promover el desarrollo económico, social y sustentable en el sur de México y Centroamérica; Asegurar las herramientas para la prosperidad futura; Invertir en nuestro pueblo. Para bordar en lona, esto es afianzar cada uno de los acuerdos que se vayan logrando para que puedan generar soluciones efectivas a las situaciones que son consideradas conflictivas, se sentaron bases sólidas y se acordó crear grupos y mecanismos de trabajo.

El primero de estos fue acordado por la secretaria de Economía, Tatiana Clouthier y la secretaria de Comercio de Estados Unidos, Gina Raimondo, quienes están empeñadas en que el T-Mec se convierta en la plataforma que permita la recuperación económica postpandemia. Para ello, México y Estados Unidos crearán un Grupo de Trabajo Bilateral en Cadenas de Suministro con el propósito de identificar áreas de complementariedad en cadenas nuevas y existentes, y mantener su correcto funcionamiento ante posibles disrupciones, incrementar la competitividad, atraer líneas de producción de otras regiones en el mundo y reducir vulnerabilidades en los sectores críticos, apegándose a los intereses de cada país.

Ambas funcionarias y sus equipos de trabajo también coincidieron en la importancia de contar con infraestructura fronteriza y procedimientos de facilitación comercial modernos, eficientes y seguros.

Una evidencia de buena voluntad fue la complementariedad de los programas propuestos por ambos países para promover el desarrollo del sureste mexicano y Centroamérica. Para atender las causas estructurales de la emigración en el norte de Centroamérica, EU colaborará con el Gobierno de México en los programas de Sembrando Vida y Jóvenes Construyendo el Futuro en la región. De igual manera, las respectivas agencias estadounidenses implementarán actividades para desarrollar las cadenas de valor; por ejemplo, a través de la mejor vinculación entre productores agrícolas y consumidores o la creación de proyectos bancables que atraigan inversión privada. Ambos colaborarán para fomentar el comercio y promover la inversión en proyectos productivos que fomenten el cabal desarrollo regional. 

La conjugación de los avances digitales y los efectos de la pandemia, especialmente el confinamiento que ha hecho necesario el trabajo en casa y con ello la dispersión de los recursos técnicos y humanos de las empresas, ha generado nuevos riesgos que ya se han concretado en ataques cibernéticos a empresas y gobiernos; de ahí la necesidad de contar con un entorno digital seguro y fuerte, para lo cual se acordó que el trabajo acerca del tercer punto es: Asegurar herramientas para que la prosperidad futura se centre en mitigar las amenazas cibernéticas a las cadenas productivas y mejorar el flujo de datos entre los dos países.

Por lo que hace al cuarto aspecto, Invertir en nuestro pueblo, hubo una total coincidencia en trabajar de manera prioritaria por una economía más igualitaria. Para lograr este propósito la tarea se enfocará en brindar a poblaciones vulnerables como mujeres, juventudes, indígenas y LGBTQ+ capacitación en las habilidades necesarias para que sean competitivas en la economía del siglo XXI. Igualmente, entendido que las Pymes son la base de la actividad económica, se buscará integrarlas en las cadenas regionales de valor.

En este primer día de trabajo del encuentro de alto nivel, los resultados han sido altamente positivos y concuerdan con la visión humanista que tienen los gobiernos de ambos países. Fue claro que aquellos asuntos en los que hay diferencias, se irán tratando en su momento debido; pero, siempre al ritmo que requiere la actual coyuntura en que se encuentran ambos. Quedó de manifiesto que cuando hay buena voluntad y disposición al diálogo, destrabar los nudos gordianos acumulados de años, resulta posible. 

Durante el anterior Diálogo Económico del Alto Nivel, en 2016, el entonces vicepresidente Joe Biden emitió un comunicado conjunto que decía: "Hemos pasado de tener una relación muy enfocada a temas de seguridad casi monotemática, para ampliar nuestra agenda y trabajar en distintos mecanismos, para lograr que Norteamérica sea una región más productiva y más competitiva".

Ahora, puede decirse que se ha logrado un gran avance. Mejor, imposible, en este bordado en lona. 

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