Protección Ambiental: Endurece normas sobre pintura a base de plomo
El gobierno del presidente Joe Biden está imponiendo nuevos límites estrictos al polvo de pintura a base de plomo en casas antiguas e instalaciones de cuidado infantil.
El logo de la EPA con la letra "A" borrada se muestra en el edificio de la agencia en Washington, el 21 de septiembre de 2017.
Dos semanas después de establecer una fecha límite a nivel nacional para la eliminación de tuberías de plomo, el gobierno del presidente Joe Biden está imponiendo nuevos límites estrictos al polvo de pintura a base de plomo en casas antiguas e instalaciones de cuidado infantil.
Una norma final anunciada el jueves por la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés) establece límites al polvo con plomo en pisos y alféizares de residencias e instalaciones de cuidado infantil anteriores a 1978 a niveles tan bajos que no pueden detectarse.
La pintura que contiene plomo fue prohibida en 1978, pero se cree que más de 30 millones de hogares estadounidenses todavía lo contienen, incluyendo casi 4 millones de hogares donde viven niños de menos de 6 años. La pintura con plomo puede desprenderse cuando se deteriora o se altera, especialmente durante la remodelación o renovación de las viviendas.
"No existe un nivel seguro de plomo", aseveró Michal Freedhoff, administrador asistente de seguridad química y prevención de la contaminación de la EPA. La nueva norma acercará a Estados Unidos "a la erradicación de los peligros de la pintura a base de plomo de los hogares y las guarderías de una vez por todas", añadió.
La EPA estima que la nueva norma reducirá la exposición al plomo de hasta 1,2 millones de personas por año, entre ellas entre 178.000 y 326.000 niños menores de 6 años.
El plomo es una neurotoxina que puede dañar irreversiblemente el desarrollo del cerebro en los niños, reducir el coeficiente intelectual, causar problemas de conducta y tener efectos sobre la salud de por vida. También afecta otros órganos, incluyendo el hígado y los riñones.
La nueva norma, que entrará en vigor a principios del próximo año, apunta a los niveles de polvo de plomo generado por la pintura. Actualmente, 10 microgramos por pie cuadrado se consideran peligrosos en los pisos, y una concentración 10 veces mayor se considera peligrosa en los alféizares de las ventanas. La nueva regla reduce ambos niveles a plomo no detectable.