¿Reynosa seguro?, para nada; urge crear la policía municipal

Como lo saben mis lectores, el evento policiaco que empezó desde el domingo de la semana pasada, primero, sacudió a nuestra madreada, paralizada y peligrosa Reynosa. Fue tanto lo trepidatorio de ese hecho, que hasta cimbró a la Secretaría de Seguridad Pública del Estado y a la Fiscalía General de Justicia de Tamaulipas que, de no haber sido por la prudente declaración de su titular IRVING BARRIOS MOJICA, hoy traería una de reclamaciones que posiblemente le llevaría a terminar sin cabeza.
EL fiscal Barrios, al salir ante los medios de comunicación, siempre se refirió a los cinco cadáveres que encontraron en la colonia Aquiles Serdán en nuestro municipio, como los que probablemente eran los integrantes del grupo “Fugitivo”.
Por eso hizo hincapié en que había que esperar el resultado de las pruebas de ADN que se les iba a practicar, pruebas que tienen un tiempo estimado de siete días. O séase, que para mediados de esta semana ya podrán decir con certidumbre si los cinco cuerpos corresponden a los desaparecidos el domingo de la semana anterior.
Mientras tanto, los familiares de los desaparecidos claman justicia de forma desesperada y, por lo pronto, ese hecho trascendió tanto a nivel nacional como internacional, lo que por lo pronto pone en entredicho la cacareada publicidad de que Tamaulipas hoy puede decir que ha disminuido el índice delincuencial.
Del municipio, nada qué hablar, imposible decir que es una ciudad segura, el alcalde Makito CARLOS VÍCTOR PEÑA ORTIZ nunca ha querido reactivar la Policía preventiva y cuando le preguntan sobre el por qué de esa negativa responde con una nada disimulada sonrisa socarrona diciendo que el municipio cedió al Gobierno del Estado la participación federal que le corresponde para el rubro de seguridad pública a cambio de que la instancia estatal sea la encargada de realizar labores preventivas por medio de la Guardia Estatal.
Tampoco ha dicho cuántos agentes de la Guardia Estatal están comisionados en Reynosa, que mínimo debieran ser 300, y aun así serían muy insuficientes para una ciudad que tiene su mancha urbana muy extendida, en la que se localizan 450 colonias y en las que habitan en números redondos un millón de habitantes.
Por ello que el número de 300, que dicho sea de paso ya le resulta cabalístico o atormentarte al Makito, nomás no es suficiente.
Y todo esto cobra más relieve cuando la ciudadanía ve que en el caso de los cinco jóvenes desaparecidos ahí sí respondieron las autoridades investigadoras localizando cinco cadáveres que podrían ser de los integrantes del grupo “Fugitivo” y llevando a cabo detenciones de probables responsables.
Esas acciones demuestran, una vez más, que cuando quieren, pueden y, por lo mismo, el municipio de Reynosa ya no puede seguir sin contar con una corporación de Policía municipal. No hay pretexto, se tiene un presupuesto de tres mil millones de pesos al año que en lugar de andar gastando en mitotes y fandangos, y no se diga en bequitas, que ya hay muchas dudas sobre el número de beneficiarios; esos recursos debieran aplicarse para contar con Policía municipal, mínimo con 700 agentes y, por supuesto, que cuenten con la certificación del Sistema Nacional de Seguridad.
Y resulta menos admisible contar con Policía local cuando en Reynosa se encuentra la Facultad de Criminología de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, de donde cada año egresan profesionales muy bien preparados, tan así, que no pocos de ellos se encuentran laborando en corporaciones de Estados Unidos de América.
Lógico que esos profesionales de la criminología no se destinarían para labores de vigilancia, sino más bien para que fueran diseñando el mapa delincuencial de la ciudad e incluso para apoyar en trabajos de investigación a la Fiscalía General de Tamaulipas, que a sus agentes los trae prácticamente a pan y agua, y el Departamento de Periciales que forma parte de la FGJT en esta ciudad es de personal muy reducido. Me dicen cuentan tan sólo con tres criminólogos.
Entonces, la autoridad municipal, que tiene la obligación de prestar el servicio de Seguridad Pública en la ciudad y, de acuerdo con las circunstancias asfixiantes en que transcurre la vida de los reynosenses, ya no puede andarle haciendo como que “La virgen le habla” cada vez que le preguntan por qué la insegura Reynosa, y no es percepción del columnista, sino datos del INEGI, no cuenta con Policía preventiva.
Se llegó el momento de que los organismos privados hagan a un lado sus compromisos y urgen a CARLOS VÍCTOR PEÑA ORTIZ a una reunión para abordar con profesionalismo el tema de la inseguridad de nuestra madreada y paralizada Reynosa. La desaparición de los muchachos del grupo “Fugitivo” está aflorando muchas cosas, y nada buenas.
Y por el mundo de la política, quien ya figuró dentro del equipo de trabajo del gobernador AMÉRICO VILLARREAL ANAYA fue el abogado MARCELO OLÁN MENDOZA, quien, como lo saben mis lectores, hoy es el director de Oficinas Fiscales y de Establecimientos de Bebidas Alcohólicas en Tamaulipas.
Fue quien dio a conocer la Ley Seca que se aplicó por Tamaulipas altiva y heroica a partir del primer minuto de este pasado sábado y concluyó a las 24 horas de ayer domingo.
No se reportaron incidentes durante el fin de semana con motivo de la Elección Judicial, no tanto porque no se haya vendido “chupe” sino porque esas elecciones fueron desairadas por los reynosenses y no porque no les interese quiénes van a ser, sobre todo los jueces que van a dirimir diferencias entre particulares o incluso cuando se demanda a una autoridad local, estatal o federal.
Así de importante es un juez, incluso por encima de un magistrado, porque este funcionario, según me dijeron quienes conocen de Derecho, se encarga de revisar las sentencias de los jueces, por lo mismo, con los magistrados el ciudadano común casi nunca, por no decir nunca, tendrá contacto con el ciudadano.
En cambio, con los jueces, ahí sí que hay relación, desafortunadamente los que estaban, lo mismo federales que estatales, adoptaron una conducta vanidosa, prepotente y creyéndose bordados a mano.
Nunca se dignaron, salvo excepcionalmente, o séase, que habría que tener influencias, en recibir a los familiares de los agraviados, ya bien por un homicidio por otro tipo de delitos y no se diga en juicios en los que iban de por medio propiedades, que a esto también contribuyeron varios notarios prestándose a través de triquiñuelas para birlar patrimonios y luego los dueños se encontraban con la ofensiva novedad de que habían sido despojados de su vivienda o de un terreno, incluso hasta de ranchos.
Y para colmo de la ofensa, cuando iban con los notarios pastosamente les decían: “Aquí vino una persona en su representación a firmar por usted, y hágale como pueda”. Por supuesto que no todos los notarios se prestan a esos trinques, pero por tres o cuatro a los que ya les tienen suspendidos sus respectivos fíats notariales, la estaban llevando todos. La elección judicial de ayer fue desairada y eso se reflejó en una escasa votación, tal y como lo habíamos vaticinado, pero mejor mañana les comento los detalles.
Y por hoy, BASTA.
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