La lucha diaria de Violeta: Madre y luchadora Independiente
Violeta, una madre que se destaca en la lucha libre y en la vida cotidiana.
Ciudad de México.- Una lucha diaria es la que Violeta lleva bajo del ring para sacar adelante a sus tres hijos.
Como si tuviera el don de controlar el tiempo y detenerlo, la luchadora del ámbito independiente se multiplica para atender a sus tres hijos de 16, 14 y 7 años, llevar su casa, trabajar, entrenar y presentarse en las funciones de lucha libre.
“Me levanto muy temprano para llevar a mi hija a la escuela, regreso, les doy de desayunar a los otros dos, después hago el quehacer, voy al mercado por las cosas para la comida, después voy por una de mis hijas y llevo a la otra a la escuela. Lunes y miércoles me voy a entrenar y, martes y jueves me voy al tianguis a vender, mis días vienen terminando a las 23:00 horas.
- “En mis días de trabajo, cuando voy a la lucha libre, mi mamá me apoya cuidando a mis hijos; hay veces que van conmigo, pero cuando tengo giras, como el pasado 30 de abril, 1 y 2 de mayo, anduve de gira en Oaxaca y estuve ausente cuatro días, y pues mi mamá se hace cargo para que yo pueda viajar”, relató la ruda.
Violeta confiesa que es una mamá muy consentidora, que no le agrada regañar, gritar o pegar y que no es mucho de celebrar el 10 de mayo, porque los 365 días del año es madre.
“Todos los días les demuestro que los quiero, el día especial es cuando les diga que vayamos al parque o a nadar; no necesito el calendario, sino tener los días que me nace del corazón estar con ellos y olvidarme de todas las responsabilidades de entre semana”, concluyó Violeta, quien se presenta este 16 de mayo en el Deportivo Xochimilco.
Hereda gusto por ring
Aunque es una mamá comprensiva, cuando a Violeta le llegó el momento de disciplinar a su hijo usó a la lucha libre para hacerlo.
La ruda compartió que cuando su hijo se quiso salir del redil fue el pancracio el apoyo perfecto para inculcarle disciplina y ahora ya lo ve dar sus maromas como profesional.
“Me impresionó mucho que mi hijo se quisiera dedicar a la lucha libre porque antes a él no le gustaba, pero le llegó la edad de la rebeldía y le pedí ayuda a su papá para que lo regañara y así fue y dentro de ese regaño le di elegir de que quería y me dijo que quería entrenar conmigo”, contó.