Escena

Concierto emocionante de Natalia Lafourcade en Guadalajara

Emociones y nostalgia en el concierto de Natalia Lafourcade
  • Por: Agencia Reforma
  • 05 / Mayo / 2025 - 09:56 a.m.
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Concierto emocionante de Natalia Lafourcade en Guadalajara

Foto: Agencia Reforma.

Natalia Lafourcade (CDMX, 1984) recordó la noche de este domingo, en el debut en Guadalajara de su nuevo material discográfico Cancionera (2025), que toda experiencia es susceptible de convertirse en una canción, un poema o una flor.

  • Para llevar a las 8 mil personas reunidas en el Auditorio Metropolitano en un viaje al pasado cancionero de México, la artista se valió solo de su guitarra y de una maleta llena de amuletos que sirvieron como exploración de sus raíces musicales más profundas.

Ataviada con un vestido rojo y con una protea amarilla en la mano, Natalia fue recibida poco después de las 20:30 horas con una gran ovación, antes de entonar "Cancionera", una ofrenda sonora a la luna, al mar, a los dolores del amor y la soledad, que interpretó como introducción a su decimosegundo álbum de estudio, lanzado apenas el 25 de abril.

"Estoy feliz de estar en este escenario para celebrar a la canción, porque yo soy cancionera de muchas vidas", dijo la artista antes de darle un trago a una botella de mezcal "de las flores" y brindar con su público.

Concierto emocionante de Natalia Lafourcade en Guadalajara

Así como la música le recuerda a Natalia por qué llegó a este mundo, temas como "Pajarito Colibrí", "Nunca es Suficiente" y "Soledad y Mar" despertaron la nostalgia de los asistentes, que con aplausos, coros y gritos acompañaron la voz y los acordes de su artista.

En cada canción, las prendas -como pétalos que caen- iban mostrando nuevas facetas de la cantante. En "Cariñito de Acapulco", por ejemplo, le cantó a las olas, las palmeras y al cielo de forma seductora, evocando la música tropical.

"Esta noche no es mía, es de ustedes. Tiren todo lo que quieran, aprovechen para desahogarse, para curar la pena, para cantar y gritar", soltó antes de entonar "El Palomo y la Negra", una celebración a las bodas mexicanas.

Los racimos de amor continuaron en el otro extremo del escenario, cuando por un momento se quitó el atuendo de cancionera para recordar sus inicios en la música hace 25 años e interpretar "Amarte Duele" y "En el 2000", que fueron coreadas por el público de principio a fin.

La intimidad y teatralidad continuaron cuando apareció bailando en una tarima y vestida de blanco. Nuevamente sola con su guitarra, entonó "Lo que Construimos", "Un Derecho de Nacimiento" y "Hasta la Raíz" en una versión más acústica y personal, como si se tratara de un rezo o un decreto.

"La soledad es muy importante para el camino, para la canción. De la soledad vienen las mejores ideas y las peores también", bromeó antes de aventurarse en una rumba mezcalera y tequilera con "Lágrimas Cancioneras".

"¡Salud! Qué lindo están cantando", dijo.

En la audiencia, además de jóvenes, era posible ver adultos y personas mayores que acudieron a revivir los temas que evocan a Agustín Lara, Chavela Vargas, los boleros, el son jarocho y un coqueteo con la música tropical y ranchera.

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