Sentencia de cadena perpetua para autor de tiroteo mortal
Justicia para las víctimas del tiroteo
WAUKEGAN, Illinois, EE.UU.
El hombre de los suburbios de Chicago que admitió haber asesinado a tiros a siete personas y herido a decenas más durante un desfile del Día de la Independencia en 2022 fue sentenciado el jueves a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.
La jueza del condado de Lake, Victoria Rossetti, impuso siete sentencias consecutivas de cadena perpetua, como solicitaron los fiscales, por los cargos de homicidio premeditado tras escuchar los conmovedores testimonios de los sobrevivientes y los familiares de los fallecidos. También sentenció a Crimo a 50 años por cada uno de los 48 cargos de intento de asesinato, que se cumplirán consecutivamente tras las siete cadenas perpetuas.
"Este tribunal no tiene absolutamente ninguna palabra que pueda describir adecuadamente y captar el horror y el dolor que se infligió el 4 de julio", dijo la jueza. Robert E. Crimo III, de 24 años, "tiene un total desprecio por la vida humana" y "es irremediablemente depravado, permanentemente incorregible, irreparablemente corrupto y está más allá de cualquier rehabilitación", afirmó.
La jueza hizo una breve pausa en la audiencia cuando recibió la noticia de que Crimo quería regresar a la sala del tribunal. Sin embargo, sus abogados defensores dijeron que era por un asunto no relacionado y que el acusado no tenía una declaración para el tribunal.
El caso ha avanzado lentamente, en parte porque Crimo se retiró de un acuerdo de culpabilidad, despidió a sus defensores de oficio y revirtió su decisión de representarse a sí mismo. Firmó con su nombre y el de Donald Trump cuando renunció a su derecho a juicio. También cambió su declaración a culpable el mes pasado, justo antes de las declaraciones iniciales en su proceso.
Decenas de personas resultaron heridas en el tiroteo, ocurrido en el suburbio situado al norte de Chicago. Las edades de las víctimas iban de los 80 años hasta un niño de ocho años que quedó parcialmente paralizado.
Rossetti le advirtió a Crimo que el caso procedería sin él.
"Siempre supo que enfrentaba la cadena perpetua", expresó Gregory Ticsay, el abogado de oficio de Crimo. "Ha evitado a esta comunidad un juicio prolongado".
Los sobrevivientes y testigos contaron al tribunal cómo cambiaron sus vidas desde que Crimo mató a siete personas e hirió a decenas más.
Keely Roberts, cuyo hijo de ocho años, Cooper Roberts, fue la víctima más joven, calificó a Crimo de "cobarde" por no asistir a la audiencia.
"No escucharás mi dolor", dijo. "Ahora eres irrelevante".
Es inusual que los acusados omitan el juicio, especialmente la sentencia, pero constitucionalmente tienen el derecho de no asistir, dijo David Erickson, exjuez de apelaciones estatal que enseña en la Facultad de Derecho de Chicago-Kent. A menudo, en casos violentos, los acusados explican sus acciones o profesan su inocencia antes de la sentencia.
"Ciertamente, en crímenes de violencia, no es inusual que un acusado muestre algún remordimiento", comentó Erickson.
Algunos sobrevivientes calificaron a Crimo como un "monstruo" mientras que otro mencionó su fe al perdonarlo. Muchos describieron sentirse vacíos o enfrentar una profunda tristeza desde el tiroteo. Algunos ya no asisten a reuniones públicas.
Erica Weeder describió cómo ella y su esposo quedaron heridos e indefensos en el suelo, viendo a otros desangrarse. Durante semanas, la metralla se alojó en su cuerpo y una bala quedó incrustada en el codo de su esposo.
"Un tiroteo masivo es como un bombazo en toda una comunidad", dijo.
Los fiscales argumentaron que Crimo estaba completamente en control de sus acciones mientras disparó 83 tiros en 40 segundos.
"Este era su plan malvado. Tenía la intención de acabar con la felicidad que veía a su alrededor", manifestó el fiscal estatal del condado de Lake, Eric Rinehart.
Dijo que Crimo "desató un océano de dolor".
"Era arrogante", dijo Rinehart. "Era indiferente. Sonreía. Reía. Expresaba de inmediato alguna metáfora. Era despiadado".
El miércoles, los fiscales revelaron partes del cúmulo de pruebas preparadas para el juicio, entre ellas, partes clave de la confesión de Crimo grabada en video.
En la entrevista, que los abogados defensores intentaron desechar, Crimo, con el rostro inexpresivo, se desplomó en una silla con los brazos cruzados. Les dijo a los oficiales que reconsideró brevemente el ataque debido a un problema con el arma. Más tarde, la arregló.
Dijo: "Subí las escaleras, salté al techo y abrí fuego".
Crimo estaba tranquilo y despreocupado, incluso riendo y bromeando, comentó Brian Bodden, un policía de Highland Park.
Los fiscales recrearon el horror de aquel día en la comunidad de clase alta de unas 30.000 personas al norte de Chicago, mostrando videos y pidiendo a los testigos que relataran las aterradoras secuelas del ataque.
En un video, una banda de música tocaba "You´re a Grand Old Flag" antes de que comenzaran los disparos. Los músicos que llevaban instrumentos corrieron mientras sonaban las sirenas de emergencia.
Muchas personas lloraron durante el testimonio, mientras que otras se abrazaron dentro de la sala del tribunal del condado de Lake.
Las siete personas asesinadas fueron Katherine Goldstein, de 64 años, Jacquelyn Sundheim, de 63, Stephen Straus, de 88, Nicolas Toledo-Zaragoza, de 78, Eduardo Uvaldo, de 69 y la pareja casada Kevin McCarthy, de 37 años, e Irina McCarthy, de 35 años.
El padre de Crimo, Robert Crimo Jr., excandidato a alcalde, cumplió menos de dos meses en la cárcel por cargos relacionados con la forma en que su hijo obtuvo una licencia de armas.