Salvaguardaran inversiones en nuevos negocios: Cortes de programas de prevención de desastres amagan a comunidades
El cierre del programa BRIC de FEMA impacta en la protección ante desastres naturales
Una maraña de cables eléctricos y telefónicos en Mount Pleasant, Carolina del Norte.
NUEVA ORLEANS.- Las fábricas textiles que alguna vez fueron el pilar de Mount Pleasant, Carolina del Norte, han estado cerradas durante mucho tiempo, y las autoridades creían que el dinero federal sería clave para la revitalización de la ciudad. Esperaban que un sistema mejorado de drenaje pluvial y cables eléctricos —financiados a través de un programa para ayudar a las comunidades a protegerse contra desastres naturales y el cambio climático— salvaguardaran las inversiones en nuevos negocios como un teatro histórico renovado para impulsar la economía mayormente rural.
Mount Pleasant estaba a punto de recibir cuatro millones de dólares cuando la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias eliminó el programa. Las autoridades dicen que sus planes —años en desarrollo— y los de cientos de comunidades en todo el país apoyados por el programa de Construcción de Infraestructura Resiliente y Comunidades han sido trastocados.
Erin Burris, asistente del administrador de la ciudad de Mount Pleasant, a 40 kilómetros (25 millas) al este de Charlotte, expresó: "Este es un conjunto generacional de proyectos de infraestructura que nos prepararía para los próximos cien años y simplemente —puf— desapareció". La eliminación este mes del programa BRIC por parte de FEMA revocó más de 3.600 millones de dólares en fondos destinados a comunidades como Mount Pleasant. Aunque el presidente Donald Trump ha cuestionado abiertamente si cerrar FEMA por completo, las autoridades locales dijeron que fueron sorprendidas por la decisión de terminar con BRIC, establecido durante el primer mandato del presidente republicano.
Muchas de las comunidades afectadas están en regiones dominadas por republicanos y propensas a desastres. FEMA calificó las subvenciones BRIC como herramientas "desperdiciadas" y "politizadas", pero las autoridades y los residentes dicen que eran un uso vital de los recursos gubernamentales para proteger proactivamente vidas, infraestructura y economías. El dinero habría sido destinado a fortalecer postes eléctricos para resistir vientos huracanados en Luisiana, reubicar a residentes en las llanuras aluviales de Pensilvania y proteger las líneas de suministro de agua en el Corredor de Tornados de Oklahoma.
Los desastres afectan a la gran mayoría de los estadounidenses: el 95% vive en un condado que ha tenido un desastre climático desde 2011, declaró Amy Chester, directora de Rebuild by Design, una organización sin fines de lucro enfocada en la prevención de desastres.
El programa BRIC le decía a las comunidades: "Vamos a ayudar a que su comunidad sea más fuerte de antemano", afirmó. "Cortar una de las únicas fuentes de financiamiento para esa necesidad es esencialmente decirles a los estadounidenses que no importa que sufran".
Las autoridades llaman al programa de FEMA imperfecto pero importante
En múltiples estados, las autoridades admitieron que el programa BRIC estaba lejos de ser perfecto: a menudo se frustraban con la espera por el financiamiento.
Pero en el sureste de Luisiana, el presidente de la parroquia Lafourche, Archie Chaisson, indicó que a pesar de sus problemas con la burocracia de FEMA, ha visto de primera mano que el dinero invertido para fortalecer hogares e infraestructura funciona.
El estado devastado por huracanes recibe la tasa más alta de asistencia federal por desastre per cápita, con más de 8.000 millones de dólares desde 2011, según Rebuild by Design. La parroquia de Lafourche ha visto más de una docena de desastres climáticos extremos declarados federalmente desde 2011.