Decreta alcaldesa toque de queda
Estará en vigor en una sección de 2,59 kilómetros cuadrados del centro, que incluye el área donde han ocurrido protestas desde el viernes
Una persona con varias banderas camina junto a un auto en llamas durante las protestas por las redadas de inmigración de la administración Trump.
LOS ÁNGELES, California
La alcaldesa Karen Bass emitió el martes un toque de queda para el centro de Los Ángeles "para detener el vandalismo, para detener los saqueos".
En conferencia de prensa, Bass dijo que había declarado una emergencia local y que el toque de queda se extenderá desde las 8 p.m. del martes hasta las 6 a.m. del miércoles.
"Hemos llegado a un punto de inflexión" después de que 23 negocios fueran saqueados, comentó Bass.
El toque de queda estará en vigor en una sección de 2,59 kilómetros cuadrados (1 milla cuadrada) del centro que incluye el área donde han ocurrido protestas desde el viernes. La ciudad de Los Ángeles abarca aproximadamente 2.295 kilómetros cuadrados (500 millas cuadradas).
El toque de queda no se aplica a los residentes que viven en el área designada, personas sin hogar, medios de comunicación acreditados o funcionarios de seguridad pública y de emergencias, según el jefe de policía de Los Ángeles, Jim McDonnell.
McDonnell dijo que el "comportamiento ilegal y peligroso" había estado escalando desde el sábado.
"El toque de queda es una medida necesaria para proteger vidas y salvaguardar la propiedad tras varios días consecutivos de creciente agitación en toda la ciudad", añadió McDonnell.
También el martes, tropas de la Guardia Nacional comenzaron a brindar protección a los agentes de inmigración mientras realizaban arrestos en Los Ángeles, una expansión de sus deberes que antes se limitaban a proteger propiedades federales. Fotos publicadas el martes por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE por sus siglas en inglés) muestran a elementos de la Guardia Nacional custodiando a los agentes mientras éstos arrestan a personas.
El ICE dijo en un comunicado que las tropas estaban proporcionando seguridad en instalaciones federales y protegiendo a los agentes federales "que están en operaciones policiales diarias". El cambio acerca a las tropas a participar en acciones policiales como las deportaciones que Trump ha prometido como parte de la batida del gobierno estadounidense contra la inmigración.
La agencia dijo que los miembros de la Guardia Nacional también están proporcionando transporte. La Guardia Nacional tiene la autoridad para detener temporalmente a personas que ataquen a los agentes, pero cualquier arresto finalmente sería realizado por las fuerzas policiales. Soldados de la Guardia Nacional y marines desplegados en Los Ángeles
El gobernador de California, Gavin Newsom, ha pedido a una corte federal que impida que el gobierno de Trump use a la Guardia Nacional y a los marines para asistir en redadas de inmigración en Los Ángeles, señalando que eso sólo aumentaría las tensiones y fomentaría disturbios civiles.
Newsom presentó la moción después de que Trump ordenara el despliegue de aproximadamente 4.000 efectivos de la Guardia Nacional y de 700 infantes de Marina en Los Ángeles tras las protestas generadas por las redadas de inmigración del gobierno federal.
El gobierno de Trumo dijo que la orden solicitada por Newsom era peligrosa y sin precedentes, y que interferiría con su capacidad para llevar a cabo operaciones policiales. Un juez fijó una audiencia para el jueves.
Los manifestantes bloquearon una autopista y prendieron fuego a autos durante el fin de semana, y la policía respondió con gas lacrimógeno, balas de goma y granadas aturdidoras.
Las manifestaciones han sido mucho menos agitadas desde entonces. Miles de personas asistieron a una manifestación pacífica en el Ayuntamiento, mientras que cientos más protestaron afuera de un complejo federal que incluye una cárcel donde algunos inmigrantes están detenidos tras redadas en lugares de trabajo de la ciudad.
Varios negocios fueron saqueados el lunes, aunque las autoridades no dijeron si el saqueo estaba relacionado con las protestas. Nejdeh Avedian, gerente general del Centro de Joyería St. Vincent en el Distrito de Joyería de Los Ángeles, dijo que los manifestantes ya se habían ido, y que "estos tipos eran simples oportunistas", aunque St. Vincent tenía guardias armados y fue dejado en paz.
La subsecretaria de Seguridad Nacional, Tricia McLaughlin, dijo en un comunicado el martes que los manifestantes han lanzado piedras y bombas molotov contra los policías, han incendiado vehículos, vandalizado edificios y propiedades públicas, y quemado banderas estadounidenses.
El Departamento de Policía de Los Ángeles dijo que ha habido más de 100 arrestos. La gran mayoría fueron por no dispersarse, aunque algunos otros fueron por agresión con un arma mortal, saqueo, vandalismo e intento de asesinato por lanzar una bomba molotov. Se informó que siete policías resultaron heridos, y al menos dos fueron llevados a un hospital y dados de alta.
El martes, unas pocas docenas de manifestantes se reunieron pacíficamente frente al complejo federal, en una reunión que fue declarada rápidamente una asamblea ilegal. La policía emitió una orden de dispersión y acorraló a los manifestantes, e indicó a los miembros de la prensa que se mantuvieran alejados para evitar ser heridos. Los agentes luego comenzaron a hacer arrestos.
Había esloganes obscenos dirigidos a Trump y a las fuerzas de seguridad federales garabateados en varios edificios. En el Walt Disney Concert Hall, los trabajadores limpiaban grafitis el martes por la mañana.
La alcaldesa Karen Bass emitió un toque de queda para el centro de Los Ángeles.