Impacto de la violencia en Sinaloa en la agricultura
Impacto de la narcoguerra en la agricultura de Sinaloa
Productores agrícolas de Sinaloa externaron su preocupación por la falta de trabajadores para levantar la cosecha del próximo ciclo y del encarecimiento de los productos por la violencia registrada en el Estado.
"La situación no mejora. Vemos con gran preocupación que, en los últimos días, se ha recrudecido el nivel de violencia y empieza a afectar directamente a los más vulnerables de nuestro gremio: a los trabajadores del campo, técnicos e ingenieros", acusó la Asociación de Agricultores del Río Culiacán (AARC), con más de 700 agremiados de granos y hortalizas, en un desplegado.
De septiembre a la fecha, en ocho meses, el crimen ha dejado más de mil 200 asesinatos y más de mil 100 secuestros en la entidad, según cifras de la Secretaría General de Gobierno de Sinaloa.
"En un inicio pensábamos que iba a ser algo pasajero, que iba a solucionarse entre los grupos delictivos, pero esto empezó a escalar a nivel de empleados agrícolas y se ha generado un miedo entre los trabajadores del campo que vienen del sur de México, porque ha habido actos de violencia en las viviendas donde ellos viven", dijo el presidente de la AARC, Roberto Bazúa.
En febrero, los productores agrícolas ya habían denunciado el asedio del crimen que los extorsionaba y hasta les impone liderazgos en los módulos de riego, pero ahora que han comenzado las cosechas y la trilla de maíz, del que Sinaloa aporta más del 20 por ciento nacional, la amenaza es la falta de personal.
"Ha habido víctimas de balas perdidas o de ataques, amenazas a los trabajadores y personas heridas", dijo Bazúa, aunque admitió que esto ha afectado a todos los sectores del estado, como la industria, hoteles y restaurantes, a pesar de en diciembre el Secretario de Seguridad, Omar García Harfuch, se trasladó al estado a coordinar la respuesta.
"Yo pienso que es una buena decisión que vuelva a venir", dijo Bazúa.
El presidente de la Fundación Produce Sinaloa, Marte Nicolás Vega Román, denunció que la violencia les obligó a modificar sus horarios.
"Ya nos limitamos en los horarios del trabajo. La gente del campo, muchas veces, sale a trabajar demasiado temprano, todavía oscuro. Nos ha limitado los traslados también, donde vemos que puede haber problemas, evitamos transitar, se nos duplican los costos de producción. Y la mano de obra, por supuesto. La mano de obra es que escasea por el mismo temor", describió.
Dirigente hasta febrero de la Confederación de Asociaciones Agrícolas del Estado de Sinaloa (CAAES), Vega Román lamenta que esta ola de violencia la tenga que pagar el consumidor de los granos y las hortalizas. Por ejemplo, dijo, en la canasta básica un kilo de frijol llega a costar 56 pesos, a pesar de que los productores lo daban a 20 pesos
"Es un diferencial tan grande, el transporte es más caro, los seguros, y todo lo que implica la ola delictiva", dijo en entrevista.
"A todo mundo nos afecta la violencia, y todo mundo tiende a incrementar sus costos por esta situación", insistió.
El ex presidente de la AARC Enrique Riveros también alertó sobre la falta de personal, y en entrevista con medios locales aseguró que más de 10 personas han sido víctimas directas de la delincuencia, no sólo con pérdidas económicas, sino también tortura y asesinatos.
"Ya es pan de todos los días que alguien dice: 'Oye, me acaban de robar una camioneta'", comentó.
La situación de violencia ha agravado todavía más al campo que sufre una intensa sequía en Sinaloa, donde las presas se encuentran en menos del 7 por ciento de su capacidad y seis de ellas ya están cerradas por falta de agua.
La ola de violencia en Sinaloa se desató luego de que en Estados Unidos fuera detenido Ismael el "Mayo" Zambada, uno de los fundadores del Cartel de Sinaloa y éste acusara una traición de Joaquín Guzmán López, hijo de Joaquín el 'Chapo' Guzmán.
En noviembre fue asesinado el líder ganadero, Ramón Velázquez Ontiveros, y la Expo Ganadera 2024 de Sinaloa fue cancelada debido a la violencia.