´¡Ahí va el ladrón!´
Por el linchamiento que todos los días hace de sus adversarios, el presidente Andrés Manuel López Obrador carece de autoridad moral para afirmar que hay quienes, a través de periodistas, están enrareciendo el ambiente con la idea de un presunto magnicidio en vísperas electorales.
Un día sí y el otro también, el mandatario ha atacado impunemente a los que considera sus rivales políticos. Casi termina su sexenio y continúa quejándose de la mafia del poderñ aún no supera eso.
Afirmó que sus ataques son impunes, pues con el uso de recursos públicos ha lanzado infinidad de señalamientos. Varios de éstos han sido contra Xóchitl Gálvez, a quien le negó la oportunidad de refutarlo en sus mañaneras, a pesar de mandato judicial de por medio.
Le negó el espacio al decir que buscaba reflectores, ella, pues aspiraba a ser jefa de gobierno de la Ciudad de México. Fue tan insistente en sus ataques que, en una jugada maquiavélica, él mismo la catapultó a ser la figura del Frente Amplio por México. Y se le salió de las manos.
Pero ahora él mismo advierte que le echarían la culpa si algo malo le pasa a ella, como cuando Colosio que se culpaba (aún) a Salinas. Con que se callara esta chachalaca tabasqueña ayudaría suficiente a relajar el ambiente de división y crispación política. El INE ya se lo pidió y lo desacata.
Pero, como todo un animal político, a toda costa pretende dejar a su títere en el poder por los siguientes seis años luego de que por fin termine su turno al bat. Ya falta poco.
Cuando "advertía" del ambiente creado por analistas sobre el hipotético magnicidio, llegué a creer que en realidad el presidente se dibujaba a sí mismo, por la insistencia diaria en atacar y linchar a sus adversarios, con evidente odio y rencor, pero no, se refería a otros. Escupe hacia arriba.
"Ahora estoy viendo ya una campaña, estoy sintiendo una campaña pues muy sucia, muy perversa, muy inhumana, muy autoritaria, fascista, de mucha maldad. Ojalá y recapaciten, porque no estoy viendo que sea espontáneo. Lo acaban de echar a andar", dijo.
Sí atinó a decir él que "Es muy importante tratar el tema, porque a lo mejor pensaban que no lo iba yo a tratar aquí, que me iba yo a quedar callado. No, la vida pública tiene que ser cada vez más pública. Y esa es también la diferencia de antes, que podían iniciar con estos rumores, con todas estas estrategias para enrarecer el ambiente y cometer cualquier barbaridad; ahora no, ahora todo tiene que hacerse público, nada de mantener las cosas soterradas, ocultas".
En esa mañanera del martes, el mandatario agregaría que "Es una situación de un pequeño grupo muy perverso, fanáticos y con mucho odio (hooolaaa). Y hay que ver si no están actuando por consigna, porque es muy extraño o sospechoso, o no es casual de que hayan empezado hace una semana".
No todo lo que afirme él tiene que ser verdad, ni por asomo, pero demasiada gente le creé a ciegas todo lo que dice. En las familias se forman bandos en pro y en contra, fanatizados. Y el bufón de palacio nacional ha fomentado esa división.
enrique.juarez@elmanana.com