Alineación en el Zócalo
Los rumores se escuchan cada vez más fuertes:
Hay altos funcionarios de la Secretaría de Seguridad Pública que están cobrando entre el 15% y el 20% de moches en obras y compras que hace esta dependencia.
Una de las versiones es que en la contratación de empresas para rotular las patrullas, los empresarios le tienen que brincar con el 15% del costo total.
Si esto resulta cierto, la responsabilidad puede llegar hasta al secretario de Seguridad Pública, Sergio Chávez, y de paso contra algunos de sus subsecretarios que, por cierto, tienen una lista de acosos sexuales de forma alarmante.
De entrada, hay camionetas que registran diferente tamaño en su tipografía, no hay uniformidad y ninguno de los funcionarios hace algo por corregir este error.
En cambio, lo que se alienta son los riesgos de clonar unidades de la Guardia Estatal, como ocurrió semanas atrás cuando se descubrió una unidad que era usada por la delincuencia.
El hecho es que los rumores sobre los moches se mantienen y hay empresarios y funcionarios que ya traen el tema en los cafés.
Lo anterior debe poner en alerta a la contralora Angélica Pedraza Melo e incluso a la misma Auditoría Superior del Estado porque sus comisarios o contralores Internos se están haciendo de la vista gorda en esta dependencia.
Aún más, hoy por ello, esos actos son los que a futuro van a dañar la imagen del gobierno, pero principalmente del gobernador Américo Villarreal Anaya.
Quienes hoy dirigen la Seguridad Pública no son originarios de Tamaulipas, así que, de ser cierto estos rumores, pues simplemente les vale lo que pase, mientras se puedan llevar algo extra.
Antes de que se consume un acto de corrupción, debe tomarse en cuenta que los daños colaterales pueden ser mucho más graves.
EL SEXTO Y NOS VAMOS
La cuenta regresiva del gobierno de Andrés Manuel López Obrador se puso en marcha este domingo.
Su sexto Informe de Gobierno trajo de todo, pero lo que más llamó la atención fue ese momento en que parecía darle un ataque de risa y tuvo que salirse del guion para poder salir de este momento.
Aquí estuvieron los gobernadores de Morena y los que incluso son electos, sin pasar por alto a la clase política que ahora está en la mira del país, porque se encamina a aprobar unas reformas que serán históricas.
Entre ellos estaba el gobernador Américo Villarreal, quien acudió al Zócalo junto con su esposa Maria Santiago de Villarreal.
Este evento marcó un momento crucial para el país, pues en el que se reconocieron los logros alcanzados y se plantearon los retos por venir y Tamaulipas, sin duda, ocupa un lugar relevante en esta agenda de progreso nacional.
Ayer, López Obrador destacó la relevancia de varios proyectos estratégicos en Tamaulipas que reflejan su importancia en el desarrollo económico y social de México.
La próxima inauguración de la Agencia Nacional de Aduanas en Nuevo Laredo no sólo será un complejo administrativo y militar de primer nivel, sino que fortalecerá la seguridad en nuestras fronteras y dinamizará el comercio exterior, lo que generará miles de empleos y contribuirá al bienestar de las familias tamaulipecas.
Sin pasar por alto la construcción de la planta de licuefacción en Altamira, en alianza con New Fortress y la Comisión Federal de Electricidad, como una muestra del compromiso del Gobierno federal con el desarrollo sustentable y la modernización energética. Este proyecto, que convertirá a Tamaulipas en un referente en la exportación de gas natural licuado, traerá consigo un impulso económico considerable y una oportunidad invaluable para la región.
Y, de paso, terminación de la autopista Tuxpan-Tampico, por otro lado, representa un avance significativo en la conectividad de Tamaulipas con el resto del país. Este proyecto reducirá los tiempos de traslado y los costos logísticos, fomentando el turismo, el comercio y la inversión.
Por cierto que el gobernador Américo Villarreal platicó por varios minutos con la Presidenta electa, Claudia Sheinbaum, e incluso hay unas imágenes donde se les ven muy sonrientes, como que hubieran bromeado con algo, pero refleja, además, la excelente relación que tienen, y eso, seguramente, llevará a Tamaulipas a otro plano, porque el mandatario mantiene una gran amistad con el próximo gobierno y no se diga con el que se va.
La presencia del gobernador y su esposa en este evento simboliza así la alineación de Tamaulipas con la visión de país que promueve el presidente López Obrador. Una visión en la que el desarrollo no se mide sólo en términos de crecimiento económico, sino en el bienestar integral de las personas, en el acceso a oportunidades reales y en la creación de un entorno seguro y justo para todos.