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Carta desde el más allá...: de Mark (The Bird) Fidrych para Corbin Burnes

  • Por: JUAN VENÉ
  • 10 JUNIO 2025
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Carta desde el más allá...: de Mark (The Bird) Fidrych para Corbin Burnes

Mi estimado Cor: Comprendo que tus ánimos estarán bajos, porque la situación no es para celebrar. Te conozco, porque en este Más Acá, que ustedes llaman Más Allá, lo sabemos todo. Y no poder cumplirle a los Diamondbacks como lo deseas, te pone contra el suelo.

Ganabas tu juegos 3-1, frente a los Nationals, cuando tuviste que abandonar la acción por dolores en el codo.Y este fin de semana, anunciaron que te someterán a la TommyJohn, por lo que no lanzarás hasta abril o mayo del año próximo.

Todo, cuando te han de firmado en Arizona, para seis temporadas por 210 millones.

Estabas en muy buena campaña, con 3-2, efectividad de 2.66 y 63 strikeouts en 11 apertura.

Calma, amigo Cor. Ya sabes que la mayoría de los lanzadores se lesionan, porque el esfuerzo constante del brazo es muy intenso.

Ahora existe la milagrosa operación Tommy John, inventada en 1974 por el cirujano Frank Jobe, quien también inventó después la operación de los hombros de los pitchers y la inauguró con Orel Hershiser. Esas intervenciones se practican en esta época casi a diario. Y son maravillosas.

Vas a quedar mejor de lo que has sido. O sea, siempre de los más notables en Grandes Ligas.

Por cierto, cuando llegué a los Tigres, en 1976, terminé la temporada, con 19-9, 2.34, la mejor efectividad de la Liga Americana y gané el título de Novato del Año. Me llamaban "El Pájaro", porque un amigo me dijo públicamente que me parecía al Big Bird, de "Sésame Street". Desde entonces, en todas las reseñas me llamaron "El Pájaro" Fidrych.

Ya en 1977, sentía dolores en el codo, pero no le puse mucha atención. Disfrutaba de la popularidad por mi buena temporada anterior y porque me celebraban mucho que yo arreglara la lomita y le hablara a la pelota.

Pero después de 1980, no pude lanzar más. Me ofrecieron la operación, pero yo quería estar con mi familia y, como me gustaba la vida del campo, decidí que con lo que me habían pagado en Detroit en los cinco años, 330 mil dólares, podía comprar una finca y trabajarla yo mismo.

Fue mi sentencia de muerte. El 13 de abril de 2009, manejaba mi tractor por mi terreno, cuando se me volcó. Morí en ese accidente, a los 54 años de edad.

Tuve una vida feliz. Fui afortunado.

Pues sí, amigo Cur: Cuídate, y celebraremos muchas buenas temporadas tuyas en Grandes Ligas.

Te quiero tanto, como te quieren los Diamondbacks... Mark.


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