Claves de la aprobación de AMLO, pese a reprobación de sus saldos
Temas mexicanos reprobados aquí y en EU. Últimos días de 2023. Y, a pesar de la desmovilización de la esfera pública, propia de esta temporada vacacional, es notable la expectativa generada por el arribo, hoy, a Palacio Nacional, de tres altos exponentes de la plana mayor del gabinete del presidente Biden. La encabeza el secretario de Estado Antony Blinken. Y, a juzgar por la integración de su comitiva —la poderosa asesora de seguridad nacional de la Casa Blanca, Elizabeth Sherwood-Randall, y el secretario de ese ramo, Alejandro Mayorkas— el apremio de los visitantes atañe a dos de los temas peor evaluados del desempeño del gobierno mexicano, tanto por la opinión pública de México como la de Estados Unidos. Se trata del descontrol de los flujos migratorios desde nuestro país —también mal evaluado por los estadunidenses respecto a su gobierno— y del descontrol de la violencia de las bandas criminales mexicanas y la expansión de sus dominios en el territorio nacional, junto al peso de sus actividades al otro lado de la frontera.
En el juego del presidente. Como ante un misterio sin respuesta surgió con frecuencia en la conversación mexicana, a lo largo del año que concluye, el enigma de un presidente cuyo gobierno aparece reprobado en materias tan sensibles como migración, seguridad, salud, educación, economía, combate a la corrupción y respeto a la ley, pero que se mantiene con alta aprobación como líder nacional. Ya el pasado 4 de octubre exploramos aquí algunos factores determinantes de este fenómeno (´El líder popular y el gobernante reprobado´). Y, hoy, en estos días de balances anuales, lo abordamos desde claves que ofrecen los estudios de comunicación. Y es que nos encontramos frente una formidable maquinaria de comunicación oficial, reforzada por buena parte de los medios comerciales, que —por inercia, temor o dinero— juegan al juego del presidente: el que aleja de su pertenencia los hechos y los asuntos críticos de su responsabilidad. Aquellos medios le compran al gobernante, como información, al pie de la letra, sus distractores, calumnias y mentiras, con efectos en su alta aprobación personal, pese a la reprobación de su gobierno.
Horizontes abismales. Sherry Devereaux Ferguson, autoridad canadiense en manejo de asuntos crítico de política pública (´policy issues´), en su libro Communication Planning, advierte sobre los efectos de adueñarse de asuntos ajenos. Pero López Obrador se ubica en el extremo opuesto. Para él, los problemas en que su gobierno reprueba no existen, o son mínimos y los magnifican los medios, o pertenecen a otros. E igual que en el supuesto contrario, obtiene ahora rendimientos inmediatos —como su alta aprobación— al lado de un horizonte de derroteros abismales a la hora del ajuste de cuentas.
Juego de espejos. Es éste un juego de espejos. Con sólo borrarlos del debate o endosárselos a otros, el presidente ha pretendido en estos años desaparecer de su ámbito de pertenencia y responsabilidad los asuntos críticos de política pública que le corresponden. Pero para determinar la pertenencia de estos asuntos, agrega Ferguson, basta con comprobar cómo "caen dentro del mandato y la misión", en nuestro caso, del presidente.
Política pública y ´narrativa´ carismática. Suele confundirse con un talento para fijar una narrativa carismática victoriosa, la habilidad de López Obrador para rehuir la rendición de cuentas del mandato constitucional. O sea, para no hacerse cargo de los desastres de las políticas públicas de su pertenencia, o de la falta de ellas. Pero, sostiene la investigadora canadiense, de la claridad —o no— en la definición de la pertenencia de los asuntos críticos de política puede llegar a depender la sobrevivencia de las instituciones (incluido, agrego yo, un estado democrático de derecho). (Profesor de Derecho a la Información. UNAM)
@JoseCarreno