Devastación en Guerrero sin Fonden
El estado de Guerrero, conocido por sus impresionantes playas, su rica cultura y su gente cálida, ha sido testigo de una crítica falla gubernamental en medio de la adversidad.
Este hermoso rincón de México, hogar de destinos turísticos icónicos como Acapulco, ha enfrentado una dura prueba recientemente por el devastador embate del huracán Otis, que dejó más de 25 muertos y grandes destrozos a su paso por el estado de Guerrero.
Sin embargo, lo que hace que esta situación sea aún más dolorosa es la ausencia del Fideicomiso Fondo de Desastres Naturales (Fonden), un programa crucial que históricamente ha brindado alivio y apoyo en momentos de crisis.
El reciente huracán que azotó Guerrero no sólo dejó alarmantes estragos en su paso, sino que también expuso una dolorosa verdad: la profundización de las repercusiones por la ausencia de planes gubernamentales eficaces.
Durante años, este fondo ha sido un salvavidas para las comunidades en todo México que enfrentan la devastación de fenómenos naturales, como huracanes, inundaciones y terremotos. Sin embargo, el gobierno federal decidió erradicar el Fonden en 2021.
La justificación detrás de esta medida se centró en la presunta corrupción en la gestión de estos fondos en el pasado, así como en planes de austeridad. No obstante, la transparencia siempre había sido garantizada sin crítica alguna en el ejercicio de este Fondo, además de que, con el apoyo y la salvaguarda de la vida y patrimonio de las personas, no se debe escatimar.
Además de que, en lugar de eliminar por completo un fondo de emergencia, se podría haber trabajado para reformarlo, mejorando su gestión y supervisión.
La falta del Fonden en el momento en que Guerrero y otras regiones costeras enfrentan los estragos de un huracán de gran magnitud se siente profundamente.
La cancelación del Fonden ha dejado un vacío que no puede ser llenado por medidas a corto plazo. Las personas en Guerrero y otras áreas afectadas por el huracán merecían más que una respuesta improvisada a esta crisis.
El huracán Otis es lamentable recordatorio de que los desastres naturales no discriminan; pueden afectar a cualquiera, en cualquier momento. Por lo tanto, es crucial que el gobierno federal se comprometa a proporcionar un sistema de respuesta ante desastres más eficiente y transparente. No podemos permitir que las futuras crisis pongan de manifiesto la falta de previsión y apoyo a quienes más lo necesitan.
La falta de fondos o fideicomisos esenciales no debe ser una historia recurrente, sino un llamado de atención para que el gobierno federal actúe en favor del bienestar de la población. (Senador)
@manuelanorve