Columnas - Rolando Zapata Bello

El verdadero estado de la Nación

  • Por: ROLANDO ZAPATA BELLO
  • 20 SEPTIEMBRE 2025
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El verdadero estado de la Nación

El verdadero estado de la nación no está en los discursos del poder. Está en el Paquete Económico 2026, porque ahí se observa la medicina que el gobierno le receta al paciente llamado México. Y el resultado es alarmante: cada mexicano cargará con una deuda récord de 151 mil pesos por persona, que no servirá para mejorar la salud, la educación o la seguridad, sino para pagar intereses de deudas casi duplicadas en los pasados 7 años de lo que podríamos llamar el régimen del Morenato y para seguir "rescatando" a Pemex. 

Este régimen ha llevado a nuestro país a lo que algunos expertos llaman pobreza funcional: se mantiene a millones de familias apenas por encima de la línea de subsistencia, rehenes de apoyos que dependen de la voluntad del gobernante.  

Los tres grandes rubros que deciden el rumbo de cualquier nación —economía, salud y seguridad— acumulan en México casi siete años de mediocridad y fracasos. La economía crece menos que antes, la salud se colapsó con la desaparición del Seguro Popular y hoy millones de mexicanos viven sin acceso a servicios médicos, mientras la violencia territorial ha escalado a niveles que rayan en el narcoterrorismo. Del huachicol ni hablemos, pues es un tema de desfalco financiero que hace palidecer al narcotráfico en dimensiones y cifras.  

En educación, la evidencia es demoledora. Dos de cada tres estudiantes de 15 años en México no alcanzan las competencias básicas en matemáticas según la prueba PISA 2022. El país invierte apenas 3,513 dólares por alumno al año, contra los más de 14 mil que destinan en promedio los países de la OCDE. Y mientras tanto, más de la mitad de las escuelas comunitarias carecen de agua potable y una de cada tres no tiene electricidad. No es exagerado afirmar que más que hipotecar el futuro de nuestros jóvenes, lo estamos cancelando y punto. 

Lo más grave es que, ante esta realidad, el oficialismo responde con propaganda. Ha sustituido ciudadanía por masas, gobernados por un "micrófono con poder" que pone la agenda pública y que administra "encuestas" a mano alzada y rechiflas a la oposición en lugar de dar resultados.  

El problema, por tanto, no es solo económico ni educativo, sino democrático. Cuando se cambia la noción de ciudadanos por la de seguidores o militantes, la democracia empieza a tropezar. Y México se ha convertido en un país donde los apoyos sociales ya no son herramientas de justicia, sino instrumentos de control político. 

La alternativa no puede ser nostalgia ni resignación. El gran reto de nuestro tiempo es construir una nueva ciudadanía social, un contrato nacional que garantice seguridad, salud, educación, vivienda y un ingreso digno como derechos, no como favores. Solo así podremos liberar a millones de familias del chantaje político que significa vivir al día, esperando la próxima transferencia del gobierno. 

Estoy convencido de que la democracia mexicana no está condenada. Sus raíces son más profundas que la ola hegemónica del presente. Pero ya no basta con defender las instituciones en abstracto; hay que dar resultados concretos en el metro cuadrado de cada familia. Una política social universal, ordenada y financiada responsablemente es la única vía para que la democracia vuelva a ser la esperanza de las mayorías. 

Morena ha optado por endeudar al país y amarrarlo a la dependencia clientelar que ellos piensan administrar. Nosotros debemos optar por un México donde la democracia signifique certeza, alegría y movilidad social.  

*Senador de la República por Yucatán


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