Inviable el acueducto Pánuco-Monterrey
Si bien es cierto que la pasada época de estiaje sirvió para tomar conciencia de la importancia de cuidar el agua, resulto ocioso el proyecto del acueducto Pánuco-Monterrey porque en caso de que se concrete la instalación de un equipo interdisciplinario para realizar un análisis de viabilidad de esta magna obra, la decisión de llevarla a cabo no sólo enfrentará todo un reto para conseguir los recursos fiscales necesarios para ejecutarla, sino también protestas por extraer el agua de la cuenca hídrica localizada en los estados de Veracruz, San Luis Potosí y Tamaulipas.
El costo de llevar agua del Río Pánuco a la zona metropolitana de Monterrey, con una derivación para dotar del vital líquido a Ciudad Victoria, se calcula en 40 mil millones de pesos, cuya suma resulta difícil que se autorice durante la administración de Claudia Sheinbaum Pardo a pesar de que beneficiará a cerca de 6 millones de personas.
Desde hace varios años existe este proyecto, pero antes se le denominó Monterrey VI, por lo que el gobernador Samuel García Sepúlveda de Nuevo León lo revivió en el 2022 durante la época de estiaje porque casi se vaciaron las presas de la zona metropolitana de Monterrey.
García Sepúlveda agarró de bandera la construcción del acueducto para tratar de calmar a la sociedad neolonesa que sufrió la escasez del agua, sin dejar de mencionar que también se quedó sin el atractivo turístico de la Presa La Boca, por lo que pidió el apoyo del presidente López Obrador.
Nunca se esperó que el político tabasqueño le dijera que no era viable porque la gente de La Huasteca no iba a permitir que se extrajera el agua del Río Pánuco, incluso argumentó que el gobernador Ricardo Gallardo Carmona de San Luis Potosí se opone al proyecto.
López Obrador le reveló que este proyecto fue promovido por la empresa Higa, una de las empresas constructoras consentidas del expresidente Enrique Peña Nieto, incluso en el 2014 se lanzó la convocatoria para realizar el proyecto Monterrey VI, cuya obra fue entregada a un consorcio de empresas integrado por Concreto y Obra Civil del Pacífico, Controladora de Operaciones de Infraestructura, Construcciones y Desarrollos Rogar, Regiomontana de Construcción y Servicios, así como también Productos y Estructuras de Concreto.
La obra no se pudo ejecutar porque varias organizaciones civiles tramitaron amparos durante el gobierno de Rodrigo Medina de la Cruz, quien se oponía a cancelar la construcción del acueducto Monterrey VI, pero su sucesor Jaime Rodríguez Calderón finalmente acabo con el proyecto de extraer agua del Río Pánuco para dotar del vital líquido a Monterrey.
Nuevamente se revive este viejo proyecto, conocido ahora como el acueducto Pánuco-Monterrey, pero con toda seguridad tendrá el mismo destino que el de Monterrey VI, por lo que resulta ocioso que se promueva como un proyecto estratégico para Tamaulipas.
Hay otras alternativas que bien podrían funcionar, sobre todo ahora con el nearshoring para atraer empresas que buscan estar más cerca de los Estados Unidos, especialmente cuando se tienen 15 puentes internacionales, 2 puentes ferroviarios, 5 aeropuertos y 2 puertos, cuyos activos convierten a Tamaulipas en una entidad federativa susceptible de recibir inversiones de empresarios nacionales y extranjeros.
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