Columnas - Dra. Yirla Paola García López

"Más que una moda: el verdadero impacto del ayuno intermitente"

  • Por: DRA. YIRLA PAOLA GARCÍA LÓPEZ
  • 06 OCTUBRE 2025
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"Más que una moda: el verdadero impacto del ayuno intermitente"

En los últimos años, el ayuno intermitente ha ganado gran popularidad como una estrategia para mejorar la salud y, en muchos casos, como herramienta para perder peso. Sin embargo, más allá de la moda, es importante comprender sus fundamentos, beneficios y riesgos, para así tomar decisiones informadas. El ayuno intermitente no es una dieta en sí, sino un patrón de alimentación que alterna períodos de ayuno con ventanas de ingesta de alimentos. Entre los esquemas más comunes encontramos:

· 16/8: se ayuna 16 horas y se permite comer en una ventana de 8 horas.

· 5:2: se ingiere comida de forma habitual cinco días a la semana y se reduce significativamente la ingesta calórica en dos días no consecutivos.

· Ayuno en días alternos: combina días de ayuno casi total con días de alimentación normal.

Lo que dice la ciencia: 

Diversos estudios han mostrado que el ayuno intermitente puede aportar beneficios como:

1. Control de peso: al reducir las horas de alimentación, disminuye de forma natural la ingesta calórica.

2. Mejora de la sensibilidad a la insulina: lo que puede ser útil en la prevención de la diabetes tipo 2.

3. Reducción de inflamación: asociada a enfermedades crónicas como hipertensión y ciertos padecimientos cardiovasculares.

4. Estimulación de la autofagia: un proceso de limpieza celular que contribuye a la reparación del organismo.

5. Mejoría en parámetros de salud metabólica: como colesterol y triglicéridos.

No obstante, es importante subrayar que no todos los organismos responden igual, y los resultados varían según la edad, el sexo, los antecedentes médicos y los hábitos de cada persona.

Lo que debemos vigilar: 

Aunque el ayuno intermitente puede ser seguro en muchas personas, no está recomendado para todos. Entre los grupos que deben evitarlo o consultar antes con un médico están: Niños y adolescentes en etapa de crecimiento, mujeres embarazadas o en lactancia, personas con antecedentes de trastornos de la conducta alimentaria, pacientes con enfermedades crónicas descompensadas, personas con bajo peso o deficiencias nutricionales. En estos casos, el ayuno podría ocasionar efectos negativos como fatiga extrema, mareos, irritabilidad o pérdida de masa muscular.

Mitos y realidades. 

Un error común es pensar que ayunar significa "no comer nada en todo el día" o que automáticamente garantiza bajar de peso. La realidad es que si en la ventana de alimentación se consumen alimentos ultraprocesados, bebidas azucaradas o exceso de grasas, los beneficios desaparecen. El ayuno intermitente funciona mejor cuando se acompaña de una alimentación balanceada basada en frutas, verduras, cereales integrales, proteínas magras y grasas saludables. De igual manera, la hidratación es fundamental: el agua, el té y el café sin azúcar sí están permitidos durante el ayuno.

Estrategias prácticas. 

Para quienes desean probar el ayuno intermitente de forma segura, algunas recomendaciones son:

· Iniciar de manera gradual, con esquemas como 12/12 (12 horas de ayuno y 12 de alimentación).

· Escuchar al cuerpo: el hambre excesiva, mareos o debilidad son señales de que debe replantearse el método.

· Mantener horarios regulares de sueño: el descanso adecuado potencia los beneficios del ayuno.

· Combinar con ejercicio moderado: preferentemente en horarios de alimentación, para evitar descompensaciones.

Reflexión final: 

El ayuno intermitente no es una fórmula mágica ni una moda pasajera sin sustento, se trata de una estrategia con respaldo científico que, aplicada de manera consciente y personalizada, puede traer beneficios importantes para la salud. Sin embargo, no debemos olvidar que ningún método sustituye los pilares básicos del bienestar; una alimentación equilibrada, ejercicio regular, descanso suficiente y manejo del estrés. 

En una sociedad cada vez más acelerada, donde los excesos alimenticios y el sedentarismo han dado lugar a epidemias como la obesidad y la diabetes, el ayuno intermitente nos invita a reflexionar sobre algo esencial, la disciplina y la consciencia en la forma en que nos relacionamos con la comida. Más allá de contar horas o ventanas, lo verdaderamente transformador es aprender a escuchar a nuestro cuerpo, darle lo que realmente necesita y, sobre todo, cuidar nuestra salud con visión de largo plazo, tratando tener acompañamiento de un profesional para evitar descompensaciones. 

Al final, no se trata solo de vivir más años, sino de vivirlos con calidad, energía y plenitud.

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