Monreal y su ´perro pantorrillero´
Con semblante de derrota, cansado, ojeroso y sin ilusiones, la semana anterior Ricardo Monreal Ávila vino a Tamaulipas; vio, hizo críticas y se fue, sin pena ni gloria.
En el ocaso de su vida política, la imagen lastimera presagia su retiro a la fría banca de los dinosaurios o "panteón de los elefantes", convencido de que no se le hará el sueño de llegar a Palacio Nacional.
En su mensaje denota la resignación de cuidar a sus nietos, a menos que el líder moral de Morena -a quien también atacó- le ofrezca la jefatura del Gobierno de la Ciudad de México y lo haga ganar.
Dijo que el gobernador Américo Villarreal Guerra -siempre cortés- le llamó por teléfono para preguntarle si se le ofrecía algo en su gira, pero le dijo que no. Fueron compañeros en la legislatura del Senado.
"Conozco bien a Américo", mencionó a los periodistas, pero no dejó de hacer sus críticas que desde hace meses lanza cada que tiene oportunidad: Que en Tamaulipas no hay "piso parejo" en la interna de Morena, que se reparten despensas y que el gobernador ya mostró preferencias por una "corcholata".
Lo que no dijo es la andanada de desprestigio que emprendió en contra del ahora gobernador a través de dos de sus eternos empleados, Rodolfo González Valderrama y Alejandro Rojas Díaz Durán, alias "El Perro Pantorrillero" según la definición que de él hizo Yeidckol Polevnsky, entonces dirigente nacional de Morena ¿quería que Américo lo recibiera con fanfarrias después de tantas agresiones?
Monreal hizo todo lo posible porque el médico victorense no fuera el candidato y menos ganara. El autor material fue su gato.
No era su "gallo" para la gubernatura sino Rodolfo González Valderrama, amigo y empleado, de quien dijo acaba de renunciar a la Dirección de Radio, Televisión y Cinematografía para irse con él, "a quien invité que me acompañara".
Obrador hizo a Rodolfo jefe de RTC, cargo al que renunció el 24 de septiembre del 2021 para venir a hacer precampaña desde la delegación de Programas Federales. Nunca vivió en Tamaulipas. Llegó como un forastero.
Se fue a tiempo, pero Monreal nunca sacó de Tamaulipas a su mozo Rojas, quien cometió tantas barbaridades que aspiró a ser gobernador diciéndose tamaulipeco. Atacó ferozmente a Morena, Américo y a Mario Delgado Carrillo.
Todo esto se le olvidó al senador con licencia, incluso que el Pantorrillero ¿apoco sin su consentimiento?, el 20 de marzo del 2022 encabezó una marcha y mitin en contra de AVA en la plaza del 15 Hidalgo, en que exigió quitarle la precandidatura. Se alió descaradamente con los cabecistas.
Si Ricardo, Rodolfo y Alejandro esperaban que Villarreal apoye sus aspiraciones a Palacio Nacional, es que no tienen ni tantita jefa.
Asomando todavía su desvergüenza, el "corcholato" dijo en Tampico que Américo es su amigo "aunque él haya decidido otra cosa en este proceso interno". ¿Cree que el cardiólogo ya olvidó?
Rojas es el porro oficial de Monreal, su suplente ahora en el escaño, su ex jefe de asesores.
Lo que siembran cosechan. Aquel 18 de marzo, el chilango Rojas exigió desde la explanada del Centro Cultural Tamaulipas el cambio inmediato del precandidato Villarreal Anaya. Le "ayudaron" mercenarios panistas dirigidos por el "colono" Benjamín Torres, pagados desde la General de Gobierno.
Por varios días el empleado de Monreal insistió en que Morena perdería la gubernatura, que habían bajado 15 puntos, que el cabecismo había comprado a sus líderes.
Hoy, acabado y listo para ir al cementerio de los dinosaurios, don Ricardo dio lástimas. En lugar de críticas debió haber pedido perdón a Américo y a los tamaulipecos por arrogarse el derecho a ser gobernador.
En el turismo político que se trae por la República, como dijo, lo acompaña solo su esposa -ya ni Alejandro ni Rodolfo, sus mozos-. En esta tierra heroica, solo a dos sigue engañando con sus espejitos: Vital Román y Javier Villarreal Terán, diputados locales.
Para antes de terminar la interna se quedará solo. De haberlo invitado AMLO a ser candidato en el ex DF andaría por aquel rumbo en plena precampaña.
Se entregaron al cabecismo para atacar a Américo, tratando de quitarle la candidatura. Son errores de novatos que tienen que pagar.