Otra carta llega desde el más allá de Frank Cashen para Billy Eppler
Coral Gables, Florida (VIP-WIRE).
Mi estimado Billy: ¡Qué tontería más grande has cometido!. Has acabado con tu carrera, que pudo ser brillante, que iba siendo brillante.
Pero antes de continuar, déjame informar a los lectores quiénes somos.
Tú fuiste gerente-general de los Mets desde noviembre de 2021 hasta el pasado cinco de octubre, cuando tuviste que irte.
Yo fui gerente-general de los Orioles desde 1966 y de los Mets desde 1980 hasta 1991. Estoy en este Más Acá, que ustedes llaman Más Allá, desde el 30 de junio de 2014.
¿Cómo es posible que cayeras en eso de inventar lesionados, para abrir espacios en el róster?. Me parece innecesario, muy expuesto y absurdo.
Si eres gerente-general de un equipo, tienes que ser el mejor ejemplo para tus peloteros. ¿Cómo vas a reclamarle a alguno de ellos que caiga en una falta, si tú eres un mentiroso idiota?
Los sitios en el róster son sagrados y forman parte de la competencia. Es insultante tratar de engañar a los otros equipos y al comisionado.
Ya estarás en busca de trabajo en otra área, porque en el beisbol, es lógico que nadie te quiera.
Rob Manfred te castigó con suspensión hasta la Serie Mundial de este año, pero después de eso, ¿quién te va a contratar para un puesto ejecutivo en beisbol?.
Se que estás arrepentido y dispuesto a nunca más cometer un pecado semejante, pero eso nadie te lo cree, todos dudan, vales poco.
Por supuesto que mi intención no es insultarte y menos castigarte. Lo que intento es demostrar a los ejecutivos de este extraordinario ambiente, cuán horrendo es tratar de jugar sucio en un negocio donde la limpieza forma parte del día a día.
¿Recuerdas el caso del robo de señas con tecnología por los Astros?
¿Recuerdas que hace tres días se cumplieron 104 años de la prohibición de los lanzamientos ayudados con sustancias?
El beisbol es un juego de Reglas, que uno debe cumplir y hacer cumplir a cabalidad, especialmente si eres gerente-general de un equipo de Grandes Ligas.
Billy: Insultaste a la afición, a los Mets y a tí mismo. Y ahora tienes que pagar por eso el alto precio de estar obligado a abandonar nuestra industria y estrenarte en algún otro lado donde te acepten con tu record negativo.
Además, lamentablemente, es lógico que a los 48 años de edad, sea difícil comenzar de nuevo. Y de nada te sirven tus cinco temporadas con los Angelinos y menos las dos con los Mets.
No obstante, te deseo la mejor de las suertes y pórtate bien.
Gracias a la vida que me ha dado tanto, incluso un lector como tú.
ATENCIÓN.- Puedes leer el archivo reciente de "Juan Vené en la Pelota" en internet, entrando por "el deporte vuelve a unirnos".