Otra carta llega desde el más allá la de Willie Mays a los malos payasos
Coral Gables, Florida (VIP-WIRE).- Lamentables payasones: Me sentí obligado a escribirles, por dos motivos.
1). Considero que las Grandes Ligas son agredidas, ofendidas, vilipendiadas, por ustedes cada año, todos los días, desde los entrenamientos hasta el último out de la Serie Mundial. Afortunadamente ustedes, los payasones, son solo un grupito. No todos.
2). Fui el primero en usar el pantalón del uniforme pegado a las piernas, no por moda, no por novelería ni por ridiculez, sino porque los comenzaron a fabricar de material flexible, ya no con aquella tela gruesa que usaban antes. Desde luego con el uniforme unido a las piernas podíamos movilizarnos mejor.
Era un cambio positivo, necesario, que embellecía y mejoraba el espectáculo, no las modas que algunos de ustedes han adoptado, de ridículas crinejitas femeninas, asquerosas barbas, pantalones a la altura de los shorts, todo de aspecto asqueroso.
¿Son ustedes mejor espectáculo del que fuimos nosotros, están mejor uniformados, merecen mayor respeto, son visiblemente masculinos?
Lamentablemente, las respuestas son puros no.
Y les aseguro, que tal y como amo y respeto al beisbol, hubiera preferido escribirles por puras buenas cosas. Por ejemplo, felicitarlos por lo bien que juegan, por cómo han mejorado la acción y por lo mucho que ahora cobran por jugar.
Pero no, nada qué felicitar. Ustedes, con su carga de millones de dólares, lo que inspiran es desprecio, reprensión, burlas, lástima.
Y les advierto que no me mortifica los buenos sueldos que reciben. Yo fui de los peloteros mejor pagados y no tuve tiempo de gastar todo lo que cobré.
Todos los que jugamos en este máximo nivel, nos esforzamos cada día, en cada paso dentro el campo de juego, por mejorar, no solo calidad del beisbol, sino también el señorío y el respeto por el espectáculo.
Ustedes, ¡pobres! Hacen todo lo contrario. Por lo que ya no me provoca verlos jugar. No pagaría ni un centavo de la peor moneda por verles ni en un inning.
Cualquier otra cosa es mejor, mucho mejor que ustedes.
Y es honesto afirmar que hay excepciones, si hay hoy día jugadores que se presentan elegantes, dignos del show. Y creo que éstos son mayoría, afortunadamente.
Deseo que a los otros, las luces de la inteligencia y de las buenas costumbres los iluminen, a ver si las Grandes Ligas dejan de ser el horrendo espectáculo en el cual ustedes las han convertido.
Porque, mientras sean torpes, brutos de toda brutalidad, como hasta hoy, no dejarán de ser los disfraces grotescos, asquerosos, que exhiben en tan elegante juego... Perdonen si mi sinceridad los ofende, Abrazos, Willlie.
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