"Ozempic: lo que debes saber antes de usarlo para bajar de peso"

En los últimos meses, el nombre "Ozempic" ha cobrado una enorme popularidad, especialmente en redes sociales, donde influencers, celebridades y figuras públicas lo presentan como una "solución rápida" para perder peso; sin embargo, como médica profesional, considero fundamental ofrecer una visión clara, basada en evidencia, sobre lo que este medicamento realmente es, para qué fue diseñado, cuáles son sus riesgos y por qué no debe utilizarse sin supervisión médica. En temas de salud, la información veraz y responsable puede marcar la diferencia entre el bienestar y el riesgo innecesario.
¿Qué es Ozempic? Ozempic es el nombre comercial de un medicamento cuyo principio activo es semaglutida, un análogo del GLP-1 (péptido similar al glucagón tipo 1). Fue desarrollado originalmente para el tratamiento de la diabetes tipo 2, ya que ayuda a controlar los niveles de glucosa en sangre, estimulando la secreción de insulina y disminuyendo la liberación de glucagón, una hormona que eleva la glucosa.
Uno de los efectos secundarios observados en estudios clínicos fue la pérdida de peso en algunos pacientes. Esto se debe a que la semaglutida retarda el vaciamiento gástrico y reduce el apetito, lo que lleva a una disminución en la ingesta calórica. A partir de estos hallazgos se comenzaron a realizar estudios más específicos sobre su utilidad para el manejo del sobrepeso y la obesidad.
¡Ozempic no es un medicamento para bajar de peso en personas sanas! Es muy importante aclarar que Ozempic no fue diseñado como un medicamento para bajar de peso en personas sin diabetes, ni tampoco debe considerarse una alternativa estética o cosmética. En el caso de pacientes con obesidad diagnosticada o sobrepeso con comorbilidades (como hipertensión o apnea del sueño), algunos médicos pueden prescribir versiones similares de semaglutida, como Wegovy, aprobado específicamente para este uso en ciertos países como parte de un plan de tratamiento integral.
El uso de Ozempic como herramienta rápida para adelgazar, sin una indicación médica clara, representa un riesgo innecesario para la salud. Su aplicación sin supervisión profesional puede tener consecuencias graves, sobre todo si se ignoran las condiciones clínicas del paciente.
Efectos secundarios más comunes y riesgos. Entre los efectos adversos más frecuentes de la semaglutida se encuentran: náuseas y vómito, diarrea o estreñimiento, dolor abdominal, fatiga, dolor de cabeza, entre otros. En algunos casos también se han reportado efectos más graves, como pancreatitis aguda (inflamación del páncreas), cálculos biliares, insuficiencia renal aguda secundaria a deshidratación, hipoglucemia (en personas que usan otros medicamentos antidiabéticos).
Adicionalmente, existe preocupación por un posible riesgo de cáncer medular de tiroides, razón por la cual está contraindicado en personas con antecedentes familiares de este tipo de cáncer. Usar este medicamento sin una evaluación médica completa implica desconocer riesgos importantes, especialmente en personas con afecciones hepáticas, renales o gástricas no diagnosticadas.
¿Por qué se ha puesto de moda? El auge de Ozempic como "solución milagrosa" ha sido impulsado principalmente por testimonios en plataformas digitales. Personas famosas comparten transformaciones físicas atribuidas al uso de este medicamento, lo que genera una percepción errónea de seguridad y eficacia generalizada. Sin embargo, lo que no suele mostrarse en estos espacios son los efectos adversos, las recaídas en el peso o las consecuencias de suspenderlo de manera abrupta. Como en muchas otras modas relacionadas con la salud, la desinformación y la presión social por lograr una imagen corporal estandarizada han llevado a un uso inadecuado de un fármaco que debe reservarse para casos clínicamente justificados y bajo seguimiento médico constante.
¿Es efectiva la semaglutida para perder peso? Sí, en ciertos casos clínicos específicos, la semaglutida ha demostrado ayudar en la pérdida de peso, sobre todo cuando se combina con un plan integral que incluye cambios en la alimentación, actividad física y atención psicológica. No es una solución mágica ni instantánea: los resultados suelen observarse gradualmente y su mantenimiento requiere disciplina y seguimiento. Sin embargo, al suspender el medicamento sin un acompañamiento adecuado, existe un alto riesgo de recuperar el peso perdido, especialmente si no se han modificado los hábitos de fondo. Además, su uso crónico puede ser costoso y no está exento de efectos adversos acumulativos.
Reflexión final: La salud no puede ni debe dejarse en manos de las tendencias ni de recomendaciones anónimas en redes sociales. El sobrepeso y la obesidad son condiciones complejas que requieren una atención médica personalizada, interdisciplinaria y sostenible en el tiempo. El uso de medicamentos como Ozempic debe estar estrictamente indicado, supervisado y monitoreado por profesionales de la salud.
Bajar de peso sin poner en riesgo tu salud es posible, pero requiere compromiso, orientación profesional y decisiones informadas. Antes de automedicarte consulta con tu médico. Recordemos que la mejor medicina no es la más popular, sino la que se administra con responsabilidad, evidencia y cuidado integral del paciente de forma personalizada a sus verdaderas necesidades.