"Protección solar con base médica: entre la ciencia y los mitos"

Semana Santa es sinónimo de descanso, actividades al aire libre, viajes y, en muchos casos, largas jornadas bajo el sol. Y, aunque la Semana Santa está llegando a su fin, no ocurre lo mismo con la exposición solar. Inicia la época del año con mayor intensidad de radiación ultravioleta debido a la cercanía
del sol con nuestro hemisferio. Las actividades al aire libre, los paseos a la playa y las reuniones en albercas continúan y, con ellas, el riesgo de daño en la piel.
Es fundamental desmitificar creencias comunes sobre el sol y adoptar medidas de protección basadas en evidencia médica. El uso diario de protector solar, ropa adecuada, sombreros de ala ancha, sombrillas, son solo algunas medidas. Evitar la exposición directa en las horas de mayor radiación no solo previene quemaduras, sino que también es clave para reducir el riesgo de algunas lesiones dermatológicas, envejecimiento prematuro y cáncer de piel.
Proteger tu piel es un acto de salud, no solo de estética. La exposición solar sin protección puede tener consecuencias serias para nuestra piel, más allá de una quemadura momentánea. A continuación, les comparto qué sí es cierto y qué no, y cómo protegerte de forma eficaz sin dejar de disfrutar.
Mito 1: "Con una sola aplicación de bloqueador estoy protegido todo el día"
Falso. El protector solar pierde efectividad con el paso de las horas, con el sudor, el agua y la fricción de la ropa o toallas. Lo correcto es reaplicarlo cada 2 a 4 horas dependiendo del espectro de protección del bloqueador solar, y siempre después de nadar o sudar, aunque el producto sea "resistente al agua".
Mito 2: "El sol de la mañana no hace daño"
No del todo cierto. Aunque la radiación UV es más intensa entre las 10:00 a.m. y las 4:00 p.m., los rayos solares están presentes todo el día. Una exposición prolongada, incluso en horas tempranas, puede acumular daño en la piel con el tiempo. Hoy más que nunca protegernos de los rayos solares es primordial, las tasas de incidencia en cáncer de piel siguen incrementando.
Mito 3: "Las personas de piel morena no necesitan protección solar"
Falso. Si bien las pieles oscuras tienen más melanina en la piel, lo que ofrece cierta protección natural, también pueden sufrir quemaduras solares, manchas y cáncer de piel. Todos, sin importar el tono de piel, deben usar protector solar.
Verdad: La fotoprotección no es solo para vacaciones, es ya una necesidad diaria. La piel tiene memoria. Cada minuto de sol sin protección se acumula y, con el tiempo, puede traducirse en manchas, arrugas prematuras y enfermedades como el melanoma. El cuidado de la piel debe ser constante, no solo estacional.
Consejos sencillos para cuidar la piel del sol:
·Usa un protector solar de amplio espectro (UVA y UVB), con FPS 30 como mínimo, ideal un FPS 50 pero también depende de tus actividades diarias, el nivel de exposición solar al que estén expuestos durante el día, y conocer su tipo de piel para poder elegir el más adecuado según las necesidades de cada persona.
·Aplica el protector 30 minutos antes de salir, y no olvides zonas como orejas, cuello, incluso en labios, todas las expuestas al sol.
·Usa sombreros, lentes oscuros con filtro UV y ropa ligera, pero de manga larga, si es posible.
·Evita exponerte al sol directo entre las 10:00 a.m. y las 4:00 p.m. son las horas de mayor radiación solar, tómelo en cuenta cada día.
·Hidrátate bien, la piel también sufre con la deshidratación, una piel deshidratada es la puerta a otros trastornos cutáneos. Es muy probable que contribuya a desencadenar o empeorar ciertas enfermedades cutáneas en su forma aguda.
Reflexión final:
Cuidarse del sol no significa dejar de disfrutar, significa hacerlo con responsabilidad. La piel es el órgano más grande de nuestro cuerpo y no podemos reemplazarla. Protegerla hoy es una forma de salud, de autocuidado y también de amor propio.
En esta Semana Santa
vive el descanso con conciencia y haz del cuidado solar un hábito que te acompañe todos los días del año.