México se posiciona en la industria de semiconductores a través de la innovación
La formación de talento y la innovación en semiconductores son fundamentales para el crecimiento de la industria electrónica en México.
Centros de estudio públicos y privados llevan a cabo investigaciones, ejecutan proyectos de innovación y forman talento especializado para contribuir al fortalecimiento de sectores estratégicos para México, como la industria aeroespacial, la farmacéutica y de semiconductores.
"Las universidades son fundamentales para impulsar la innovación en semiconductores, ya que allí se desarrolla el talento que alimenta al sector empresarial y se fomenta el emprendimiento de base tecnológica", ejemplifica Sergio Omar Martínez, líder de la iniciativa estratégica en Nanotecnología y Semiconductores del Tec de Monterrey.
De acuerdo con el Plan México -proyecto gubernamental cuya meta es que la economía mexicana ingrese al top 10 de las más grandes del mundo para 2030-, un sector resulta estratégico si cumple con tres criterios.
El primero consiste en contribuir a alcanzar objetivos relevantes; por ejemplo, impulsar el empleo formal y bien remunerado, combatir el cambio climático al promover energías limpias o la reducción de emisiones, y diversificar la economía al disminuir la dependencia de exportaciones tradicionales.
"Es necesaria una industria aeroespacial de diseño, no sólo de manufactura, para poder aportar y generar los recursos que como País necesitamos para atender nuestras propias necesidades", explica Eugenio Urrutia Albisua, director de Proyectos Aeroespaciales de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP).
El segundo criterio es que exista viabilidad desde el punto de vista de la oferta, lo que implica que México cuente con capacidades técnicas, infraestructura o recursos naturales necesarios para la producción.
Con relación a la industria farmacéutica, las instituciones de educación superior se dedican, principalmente, a la investigación y desarrollo (I+D), mientras que las compañías tienen otras funciones, entre ellas la producción, el escalamiento y el aseguramiento de la calidad, platica Ma. Isabel Salazar, responsable técnica del Laboratorio Nacional de Vacunología y Virus Tropicales (LNVyVT) del Instituto Politécnico Nacional (IPN).
"Incidimos en la parte de investigación, desarrollo e incluso innovación, pero ya no vamos a (...) hacer toda la parte tecnológica, pues eso ya le toca a las (empresas) farmacéuticas", comenta sobre el caso de las vacunas.
Como último criterio, se considera que el sector es estratégico si también presenta viabilidad en la demanda. Es decir, que exista un mercado a nivel nacional o internacional.
Formación en semiconductores
Desde este otoño, el Tec imparte una concentración en semiconductores a estudiantes versados en electrónica. Según Martínez, el desarrollo de talento es uno de los retos a superar para el crecimiento de la industria electrónica en general.
"La mayor parte del semestre la dedicamos a diseñar un circuito integrado (o chip) utilizando herramientas profesionales como las que se emplean en la industria", ahonda el doctor en Microelectrónica.
En agosto de 2026, la universidad dará la bienvenida a la primera generación de su nueva Ingeniería en Electrónica y Semiconductores. El programa está diseñado para que los estudiantes aprendan a diseñar chips, los validen con software y los envíen a fábricas en el extranjero para elaborar prototipos con miras a probarlos, patentarlos e integrarlos a productos innovadores.
"Es importante mencionar que para trabajar y hacer innovación en esta área no se necesita tener una empresa de fabricación. Podemos hacer nuestro prototipaje en empresas que ya existen alrededor del mundo. Así lo hacen muchas universidades y centros de investigación".
Martínez comparte que ya han detectado áreas de oportunidad en el empaquetado (recubrimiento de circuitos integrados), por lo que tienen previsto estudiar cómo mejorar la disipación del calor.
Si México quiere posicionarse como proveedor de semiconductores (componentes indispensables para fabricar dispositivos electrónicos), sostiene Deloitte, necesita fomentar la capacitación y especialización continua.
Otra clave para el éxito de esta área en el País es invertir en I+D, apunta la consultora, así como incrementar las alianzas entre la academia, las compañías ya establecidas a nivel nacional y las startups, además de nutrir la colaboración público-privada.
"Existe un déficit de ingenieros que sepan hacer diseño de circuitos integrados. Como universidad, tenemos un primer objetivo: formar talento para que las empresas que se instalen en nuestro País tengan manera de desarrollarse", plantea Martínez.
¿Qué estudiar?
Ingenierías en Biomédica, Física Industrial, Mecatrónica, Nanotecnología, Materiales, Electrónica y Semiconductores son programas que pueden cursar las personas interesadas en esta industria, considera Martínez.
- Quieren fabricarlos
La segunda fase del Proyecto Kutsari, iniciativa lanzada por el Gobierno este año, contempla una fábrica de semiconductores para que no sólo se diseñen en el País, sino también se fabriquen con miras a utilizarlos en tecnología propia. Hasta agosto, como parte de la primera fase se han establecido tres sedes del Centro Nacional de Diseño de Semiconductores Kutsari: una en Puebla, otra en Jalisco y una tercera en Hermosillo, detalló en conferencia de prensa Edmundo Gutiérrez, director general de InnovaBienestar de México y coordinador de este proyecto estratégico.
- Investigación en vacunas
Una meta del Plan México en el sector farmacéutico y de dispositivos médicos es lograr que vacunas sean hechas en el País, por lo que se impulsa el desarrollo completo de procesos de fabricación.
Casas de estudio como el IPN son semilleros de I+D en el campo de la vacunología, refiere Salazar. En el LNVyVT, tanto científicos como estudiantes trabajan en el diseño de vectores, que son virus genéticamente modificados para no provocar enfermedades, pero sí respuestas inmunitarias, explica la Secretaría de Salud.
"Se utilizan como herramientas para hacer vacunas contra otros agentes patogénicos, entre ellos otros virus, (pero también) pueden ser parásitos o bacterias", complementa la doctora en Microbiología en el área de Virología y Biología de Vectores.
Chikungunya, fiebre amarilla, malaria y mayaro son algunas enfermedades a las que prestan atención los politécnicos, quienes pueden colaborar con las comunidades de la UASLP y la UNAM porque el LNVyVT es parte de un consorcio llamado Laboratorio Nacional de Alta Contención Biológica (LANCOBI), que agrupa laboratorios de nivel tres de bioseguridad (BSL-3) de dichas universidades.
"(Los estudiantes) son el espíritu de estos proyectos. ¿Por qué? Porque son los que llevan a cabo el desarrollo. Cuando logremos tener patentes, serán coinventores. Hacen la ingeniería genética, los experimentos y las investigaciones", profundiza.
Para Salazar, un par de retos del sector farmacéutico son capacitar a los investigadores en la regulación para que sus invenciones lleguen al mercado y promover la ciencia regulada, que incluye sistemas de aseguramiento de calidad.
La académica destaca la importancia de fortalecer las capacidades de México para desarrollar vacunas, puesto que las pandemias cada vez aparecen con intervalos de tiempo más cortos entre ellas.
"La dependencia tecnológica limita el poder disponer rápidamente de preparados vacunales para proteger a las poblaciones ante contingencias tan enormes como la pandemia del Covid".
¿Qué estudiar?
Carreras biomédicas, como Biología, Médico Cirujano Partero y Químico Farmacéutico Industrial, al igual que ingenierías como Bioquímica y Biotecnológica son útiles en el desarrollo de vacunas. Medicina Veterinaria y Zootecnia y programas vinculados con regulación sanitaria también tienen cabida, explica Salazar.
- En pro de la salud
Para desarrollar este sector, el Gobierno de México busca producir el 90 por ciento de vacunas, construir una fábrica (cuya primera planta con tecnología mRNA tendría inversión privada), aumentar 15 por ciento la sustitución de importaciones de insumos y medicinas, atraer 2 mil millones de dólares anuales en investigación, así como proyecto de inversión mixta para producir genéricos de diabetes e hipertensión.
Construyen nanosatélite
Otro sector estratégico para el País es el aeroespacial, en el que sobresalen proyectos como Gxiba-1 de la UPAEP. Cuando sea desplegado al espacio exterior desde la Estación Espacial Internacional será el segundo nanosatélite mexicano en lograr este hito después del AzTechSat-1 (creado por la misma universidad), resalta Urrutia.
Su objetivo es mejorar el entendimiento del movimiento de cenizas del Popocatépetl y otros volcanes activos durante períodos eruptivos para robustecer medidas de protección civil. La Agencia Japonesa de Exploración Aeroespacial lanzará en octubre el dispositivo desarrollado por estudiantes y docentes de la institución poblana.
"El diseño y la construcción fue hecho en la UPAEP. El País no puede estar sólo comprando tecnología porque (...) siempre habrá tecnología que no nos puedan vender", indica el director general de Gxiba-1.
Ser parte de este tipo de iniciativas cultiva en el estudiantado varias habilidades blandas, como generación de alianzas, gestión de conflictos y trabajo en equipo, además de poner a prueba sus conocimientos y facilitar la adquisición de otros, añade Urrutia.
"Todos los que participaron en el proyecto (AzTechSat-1) están en actividades exitosas en la industria y en la educación en México y fuera de México", expresa.
Si bien en el año académico 2023-2024 más de 25 mil estudiantes se graduaron de programas asociados al sector aeroespacial (según cifras de Prodensa), Urrutia sostiene que persiste un déficit de personas altamente calificadas.
"Hay que hacer inversiones importantes en la formación de las personas, de los talentos, pero también en la infraestructura, laboratorios, equipos e instalaciones porque, como en todo proceso de I+D, necesitan inversión", precisa, "las ideas novedosas podrían acelerar el proceso de integración de México en este sector".
Urrutia adelanta que la UPAEP colaborará con el IPN y la UNAM en el desarrollo de satélites de observación de órbita baja para monitorear el territorio nacional.
¿Qué estudiar?
Ingenierías como Aeroespacial, Biónica, Civil, de Software y Mecatrónica son socorridas en este sector. Cine y Producción Audiovisual, Derecho, Diseño e Innovación Visual y Mercadotecnia son carreras que también pueden participar en proyectos interdisciplinarios, destaca Urrutia.
- A monitorear el País
El Plan México contempla como meta para 2030 diseñar y construir componentes de una constelación nacional de satélites de observación. También se busca tener dos estaciones terrestres y dos centros de datos para recibir las imágenes y procesarlas. Actualmente, el País carece de tecnología satelital propia para la toma de decisiones, indicó Juan Luis Díaz de León, subsecretario de Tecnología de la Secihti. Otras metas del sector son estar en el top 10 de países en valor de producción aeroespacial e incrementar 10 por ciento el contenido local y regional de las exportaciones en la industria.
"Hay un déficit de personas altamente calificadas, entonces la educación es lo que ayuda a subsanar ese problema".
Eugenio Urrutia Albisua, director de Proyectos Aeroespaciales de la UPAEP.
+ Pronombre: Él.
"Las universidades son el semillero número uno de los recursos humanos y de la investigación y desarrollo".
Ma. Isabel Salazar, responsable técnica del LNVyVT del IPN.
+ Pronombre: Ella.
"Como universidad tenemos el objetivo y la responsabilidad de formar talento, promover el emprendimiento y (...) la investigación".
Sergio Omar Martínez, líder de la iniciativa estratégica en Nanotecnología y Semiconductores del Tec.
+ Pronombre: Él.
Opciones a la vista
Diversos programas están vinculados a otros sectores estratégicos mencionados en el Plan México; por ejemplo:
Sectores Carreras
- Agroindustria Agronomía e Ingeniería Agroindustrial
- Automotriz y Electromovilidad Ingeniería Automotriz e Ingeniería en Electromovilidad
- Bienes de Consumo Comercio y Negocios Sostenibles
- Química y Petroquímica Ingeniería Química e Ingeniería Petrolera
- Textil y Zapatos Diseño de Moda y Calzado e Ingeniería Textil
¿Qué es la innovación?
Es la capacidad de concebir, desarrollar, entregar y escalar nuevos productos, servicios, procesos y modelos de negocio a los clientes.
- Unidos por la electromovilidad
Académicos y estudiantes del IPN, el Tecnológico Nacional de México (TecNM) y la UNAM, junto a científicos de los Centros Públicos de Investigación de la Secihti, trabajan en concretar otro de los proyectos clave del Plan México: diseñar y ensamblar 100 por ciento en el País un pequeño auto eléctrico de acceso popular.
Olinia es el nombre de esta iniciativa del sector estratégico automotriz y electromovilidad. La Presidenta Claudia Sheinbaum anunció el pasado mes de enero que se buscan producir tres mini vehículos eléctricos, y en agosto compartió el objetivo de contar con las primeras unidades a mediados de 2026.
"¿Qué características tienen? (Son) eléctricos, no contaminan, se pueden conectar en cualquier conexión de cualquier hogar", detalló la Mandataria.
Veinte de los 254 campus del TecNM participan en áreas como cadena de suministro, escalamiento y tren de potencia, dijo en una conferencia de prensa Ramón Jiménez, director general del TecNM. En el Instituto Tecnológico de Puebla incluso se estableció el Centro de Diseño e Ingeniería de Olinia.
El Politécnico es líder de las áreas de desarrollo de sistemas embebidos (software de control), diseño exterior y diseño interior. También desarrolla el cargador y elabora un anteproyecto de plan de negocios para una planta armadora, y a partir de este año ofrece la especialidad en Vehículos Híbridos y Eléctricos, dio a conocer Arturo Reyes Sandoval, director general del IPN.
Uno de los principales desafíos para la producción del auto eléctrico mexicano Olinia será desarrollar baterías que se adapten a las condiciones climáticas del País y al estilo de conducción de los mexicanos, sostuvo en entrevista Luis Carlos Básaca Preciado, docente de la Escuela de Ingeniería de CETYS Universidad Campus Mexicali.
"Se requiere un paquete de baterías resistente a temperaturas extremas y con un rendimiento estable en trayectos cortos y frecuentes".
De acuerdo con el investigador, para garantizar su rendimiento y eficiencia es crucial integrar tecnologías avanzadas en su sistema de propulsión eléctrica.