Aumentan desapariciones en municipios fronterizos
Reynosa, Matamoros y Nuevo Laredo encabezan la lista de las ciudades con el mayor número de personas no localizadas
Madres buscadoras han pedido al crimen organizado que les permitan recuperar los cuerpos de sus hijos.
La frontera norte de Tamaulipas se ha convertido en el epicentro de la crisis de desapariciones en el estado, con el 68 por ciento de los casos registrados en los últimos años.
Datos del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (RNPDNO) revelan que, de 13 mil 292 personas desaparecidas y no localizadas, 9 mil 54 fueron reportadas en los 10 municipios fronterizos: Nuevo Laredo, Guerrero, Mier, Miguel Alemán, Camargo, Gustavo Díaz Ordaz, Reynosa, Río Bravo, Valle Hermoso y Matamoros.
Los municipios más afectados son Reynosa, Matamoros y Nuevo Laredo, que encabezan la lista con 2 mil 758, 2 mil 439 y 2 mil 664 desapariciones, respectivamente.
La violencia en esta franja del estado ha dejado miles de familias destrozadas, y los rastros de la tragedia se encuentran en los cementerios clandestinos que han proliferado en la región.
Colectivos de madres buscadoras, así como independientes, han solicitado a los grupos delictivos que les permitan realizar búsquedas en zonas controladas por el crimen organizado, con la esperanza de recuperar los restos de sus seres queridos.
Y aunque este fenómeno tiene décadas en Tamaulipas y en el país, fue hasta principios del 2000 cuando el estado entró en una espiral de violencia que incrementó la cifra de personas desaparecidas, las cuales tienen años siendo buscadas, pero no se encuentran sus rastros.
En ese periodo se han observado tres olas de desapariciones en Tamaulipas: la primera inició en el 2009 y registró su descenso en el 2015; posteriormente, la segunda se dio en el 2016, para bajar en el 2020 en la etapa de la pandemia del Covid-19; la tercera inició en el 2022 y mantuvo sus altos niveles de desapariciones en el 2024.
El miedo se ha apoderado de la población fronteriza. En algunas comunidades, las familias han dejado de salir a la calle por las noches, e incluso evitan hacerlo en las mañanas y tardes por temor a ser víctimas de desaparición forzada, según revelan informes de la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE) 2024.
Los grupos criminales operan con total impunidad, protagonizando enfrentamientos en brechas y carreteras, y en muchos casos irrumpiendo en los hogares para asesinar a familias enteras.
Los datos reflejan que los hombres son las principales víctimas, con 7 mil 219 casos, equivalentes al 54.3% del total de desapariciones, mientras que las mujeres representan mil 833 casos, es decir, el 13.8%. El resto de los casos no especifica el género de la víctima.
La violencia y la crisis de desapariciones en la frontera tamaulipeca siguen en aumento, mientras las familias claman por justicia y por encontrar a sus seres queridos, en una zona donde el miedo se ha convertido en parte de la vida cotidiana.