Legislarán en Tamaulipas por muerte digna

La Ley de Voluntad Anticipada es para que las personas puedan tener una muerte digna.

Tamaulipas se prepara para legislar sobre el derecho a decidir sobre el final de la vida con la creación de la Ley de Voluntad Anticipada, una iniciativa que busca garantizar la dignidad de los ciudadanos en su última etapa, sin adelantar ni retrasar su muerte.

La iniciativa fue presentada por la diputada del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Mercedes del Carmen Guillén Vicente, - de 70 años de edad- para que las personas enfermas tengan derecho a elegir cómo vivir la última etapa de su vida.

No es eutanasia ni suicidio asistido. La iniciativa ha generado confusión en torno a la posibilidad de que se trate de una legalización de la eutanasia o el suicidio asistido, sin embargo, la legisladora ha sido clara: la ley no contempla ninguna de estas prácticas.

Se determina que toda persona mayor de edad, en pleno uso de sus facultades mentales, puede realizar la voluntad anticipada independientemente de su estado de salud, y debe contar con dos testigos; en caso de ser menor de edad o no tiene capacidad para expresar su voluntad, ésta recaerá en sus padres o tutor.

No habla esta iniciativa de los enfermos en fase terminal ni de la eutanasia, y mucho menos de un suicidio asistido. Todo tamaulipeco tiene derecho a una muerte digna y es nuestro deber darle la oportunidad de que, en pleno goce de sus facultades, decida". Mercedes del Carmen Guillén Vicente Diputada 

La Ley de Voluntad Anticipada permitirá que cualquier persona, enferma o no, decida con antelación qué tratamientos médicos desea recibir o rechazar en caso de no poder expresarse en el futuro.

Es decir, puede suspender el consumo de medicamentos, cirugías o cualquier otro tratamiento médico con el que se busca contrarrestar la enfermedad o alargar la vida a costa de su sufrimiento.

Dos opciones para ejercer la voluntad anticipada. El proyecto establece dos mecanismos para garantizar el derecho a una muerte digna: Mediante un formato en instituciones de salud en hospitales públicos o privados, los pacientes podrán expresar su decisión de no recibir tratamientos que prolonguen artificialmente su vida, con el respaldo de dos testigos. Ante notario público: Se podrá redactar un documento oficial en el que se especifiquen los tratamientos aceptados o rechazados en caso de que la persona quede incapacitada para decidir.

"El derecho a una muerte digna no debe dejarse a que sean nuestros familiares quienes decidan. A veces, en un afán de no dejarnos ir, nos mantienen con vida artificial. Con esta ley tendremos el derecho de decidir en conciencia", señala el documento.

Además, la normativa permitirá modificar o anular la voluntad anticipada en cualquier momento.

Actualmente, más de 10 estados del país han aprobado leyes similares, y los congresistas tamaulipecos deberán considerar si es momento de sumarse a esta tendencia.

La iniciativa contempla 37 artículos y siete capítulos, en los que se detallan aspectos clave, como definición de la voluntad anticipada, representación del enfermo, modificación, revocación o nulidad del documento, responsabilidades del personal médico, coordinación de las instituciones de salud.

"Insisto en que no se trata de acelerar la muerte, sino de dejar que la naturaleza siga su curso en las mejores condiciones posibles", enfatizó la promotora de la iniciativa.

Con la próxima discusión de esta ley en el Congreso de Tamaulipas, el debate sobre la autonomía en la toma de decisiones médicas y el derecho a una muerte digna cobra relevancia en la entidad, más cuando no hay el medicamento o el tratamiento, que en ocasiones resulta doloroso para los pacientes y para los familiares al ver el sufrimiento de su ser querido.