El muerto al pozo y el vivo al gozo…

Nuevo Laredo, Tam.

La nostalgia de recordar a sus seres que ya partieron se convirtió en celebración por el Día de Muertos, y una familia llegó hasta la tumba de su ser querido para colocar el asador y recordarlo con una buena comida.

Como ya es tradición, este día los panteones lucieron con más vida y color, al recibir a cientos de visitantes que acuden como marca la tradición a visitar a sus fieles difuntos, para llevarles flores, música y la comida que más disfrutaban en vida.

Pero una familia no se anduvo por las ramas y decidió cargar con el asador y recordar a su ser querido como más le gustaba, prendiendo el bote y echando una carnita en la parrilla. Esta escena se pudo observar en el panteón Jardín de los Ángeles.

Así como esta historia, hay muchas, algunos llevan música con tríos y mariachis para tocar las canciones preferidas o aquellas que hacen recordar a los que se adelantaron en el camino.

Los arreglos florales son las principales ofrendas que los difuntos de Nuevo Laredo reciben en su última morada, los visitantes llevan flor de cempasúchil, mano de león o bien, flores artificiales. Algunos llevan la comida y bebida preferida de su ser querido para convivir en familia.

Las familias llegan a limpiar las tumbas y permanecer un momento recordando a sus familiares.

Este día o con días de anticipación, también acuden a limpiar las tumbas y desmontar el área, para que la lápida de sus difuntos luzca reluciente para la visita.

Este 2 de noviembre también se realizó la celebración eucarística por parte de la Diócesis de Nuevo Laredo en el Panteón Municipal Antiguo, presidida por el Obispo Enrique Sánchez Martínez.

También es tradición que en estas fechas, comerciantes se colocan a las afueras de los panteones de Nuevo Laredo, para aprovechar el número de visitantes y hacer sus ventas. Ahí puedes encontrar desde flores, antojitos mexicanos, figuras religiosas, pan y más.