Los tienen en la mira
Estados Unidos está actualizando sus directrices para vigilar y reaccionar a la presencia de objetos aéreos no identificados- Washington
Un enorme globo chino que sobrevoló Estados Unidos y captó la atención de un alarmado público nacional e internacional, ha cambiado la percepción de los estadounidenses acerca de todo lo que flota en el aire y cómo los funcionarios de defensa lo monitorean y responden.
El presidente Joe Biden dijo el jueves 16 que Estados Unidos está actualizando sus directrices para vigilar y reaccionar a la presencia de objetos aéreos no identificados. Esto ocurre luego del hallazgo de un supuesto globo espía chino cuyo recorrido por el país provocó en un drama de alto nivel que incluyó el derribo de ese artefacto y de tres más pequeños unos días después.
Biden dijo que las autoridades sospechan que los tres artefactos posteriores eran normales. Es decir, podría tratarse de globos de investigación, meteorológicos, recreativos o comerciales. Las autoridades no han podido recuperar restos de estos tres, y el viernes en la noche el Ejército anunció que cerró la búsqueda de los objetos derribados cerca de Deadhorse, Alaska, y sobre el Lago Hurón el 10 y el 12 de febrero.
Estos episodios abrieron los ojos de la población a dos realidades: Una: China tiene un programa de vigilancia aérea vinculado a su ejército que ha tenido como objetivo más de 40 países, de acuerdo con la Casa Blanca. Beijing lo niega. Dos: En el cielo hay también mucha basura.
GLOBOS ARRIBA
Algunos globos están ahí para espiar o para combatir. Los humanos llevan atando bombas a globos desde al menos la década de 1840, cuando los vientos devolvieron algunos de los artilugios lanzados contra Venecia a los austríacos. En la Guerra de Secesión estadounidense, soldados de la Unión y de la Confederación sobrevolaron el frente en globo para evaluar las posiciones enemigas y dirigir los ataques.
Y cuando se trata de fines pacíficos, su bajo costo hace que sean la plataforma aérea preferida para todo tipo de usos, serios y de ocio. Esto incluye hasta “fraternidades universitarias sin nada mejor que hacer y 10.000 dólares”, bromeó el representante Jim Himes de Connecticut, el demócrata de mayor rango en el Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes.
El papel de Himes en el comité lo implicó en una revisión de inteligencia y militar, ordenada por el Congreso, de los avistamientos más creíbles de objetos voladores no identificados, u ovnis. El análisis les hizo comprender “la cantidad de cosas que están flotando por ahí, en particular globos”, afirmó.
Para el Servicio Meteorológico Nacional, son su principal recurso para la previsión: dos veces al día se lanzan globos desde casi 900 puntos en todo el mundo, incluyendo cerca de un centenar en Estados Unidos.
Los globos de gran altitud ayudan también a los científicos a observar el espacio desde los confines de la atmósfera terrestre. La NASA tiene un programa nacional que, desde el este de Texas y otros lugares, ayuda a coordinar los lanzamientos de universidades, grupos extranjeros y otros programas de investigación. Las clases de ciencia de las escuelas lanzan globos y quienes vigilan la fauna salvaje, también.
Detrás de esta actividad hay también intereses comerciales, como la iniciativa de Google para ofrecer internet empleando globos gigantes.
Y por apenas 12 dólares, los radioaficionados o aquellos que los lanzan por el simple placer de rastrearlos luego, pueden conseguir artefactos capaces de alcanzar, como mínimo, los 12.000 metros (40.000 pies).
Esa es la altitud aproximada a la que, de acuerdo con el ejército, estaban los tres globos pequeños destruidos por misiles estadounidenses.
La mayoría de los pilotos podrían no percibir siquiera una colisión con un artilugio de este tipo, dijo Ron Meadows, que fabrica globos, con transmisores del tamaño de un palito de helado — para las clases de ciencia de escuelas secundarias y universidades.
Lo único que hacen estos es “reportar su ubicación y velocidad (...) No son una amenaza para nadie”, agregó.
Entre los aficionados se sospecha que un globo declarado como desaparecido por la Brigada Bottlecao del Norte de Illinois fue uno de los derribados, como reportó primero la publicación Aviation Week Network. El vocero del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, indicó el viernes que el gobierno no podía confirmar esa información.
Y no se trata únicamente del Mylar, el papel de aluminio y el plástico de Estados Unidos. Los llamados vientos del oeste arrastran desde el hollín de los tubos de escape de Beijing a los restos de los incendios forestales en Sibera por encima del Ártico y Estados Unidos. China sostiene que su enorme globo meteorológico y de investigación fue desviado por estas corrientes. Según Estados Unidos, el artilugio era, al menos en parte, maniobrable.
AHORA TODOS VEN
La respuesta corta es porque ahora se están buscando. La atención que despiertan estos dispositivos en todo el mundo aumentó en los últimos años. El Congreso encargó al director de Inteligencia Nacional que reuniera todo lo que el gobierno sabía acerca de los fenómenos aéreos no identificados. Esto incluyó la creación de un grupo de trabajo específico dentro del Departamento de Defensa.
Misiles Sidewinder
- Tras el episodio con el globo chino, se espera que los funcionarios de defensa estadounidenses realicen una vigilancia más exhaustiva para que estos dispositivos sigan en el radar, pero afinando la respuesta.
- La orden dada por Biden a la Fuerza Aérea para derribar los tres objetos más pequeños con misiles Sidewinder le valió críticas de los republicanos que consideran que fue demasiado rápido en su petición. El presidente señaló que los cuatro derribos estaban justificados ya que los globos podrían haber supuesto un peligro para la aviación civil.
- Los globos para aficionados que tienen apenas unos kilos (libras) de carga útil no están cubiertos por muchas de las normas aeroespaciales de la FAA.
- Biden afirma que se están desarrollando “normas más precisas” para rastrear, vigilar y potencialmente derribar objetos aéreos desconocidos. Además, encargó al asesor de seguridad nacional, Jake Sullivan, la dirección de un equipo interinstitucional para revisar los procedimientos.