Carne infectada por gusano barrenador no representa riesgo: Experto
La infección provocada por esta larva es una amenaza para la industria ganadera
CIUDAD DE MÉXICO.- Consumir carne de bovinos que estuvieron infectados por gusano barrenador (GBG) es seguro, sin embargo, debe someterse a una cocción de mínimo 65 grados para garantizar su inocuidad, indicó Felipe Sánchez Carrillo, profesor del Departamento de Procesos Tecnológicos e Industriales (DPTI) del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO).
La infección provocada por esta larva es una amenaza para la industria ganadera, pero no necesariamente supone un impacto en la calidad para consumo humano del producto final, señaló el profesor.
"El consumo es seguro, pero con reservas. El calor puede ser suficiente para matar a estas larvas o huevecillos, en caso de que no se detecten. Aunque los gusanos son muy visibles", aclaró Sánchez Carrillo.
Ante la reaparición de la plaga de GBG en México, después de casi tres décadas de haber sido erradicado, afirmó que "no hay problema para consumir la carne, siempre y cuando se cocine de manera adecuada" pues, consideró, que la duda está latente entre la población.
El maestro de la universidad jesuita explicó que esta plaga afecta únicamente tejido vivo, por lo que no es capaz de sobrevivir en carne de animales muertos.
Pero, añadió, en los rastros y plantas de sacrificio regulados por autoridades como la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) y el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica), cualquier animal infectado es descartado durante la inspección, lo que hace muy poco probable que llegue al consumidor final.
El académico, egresado de Ingeniería de Alimentos por el ITESO, también explicó que los animales infectados suelen presentar niveles elevados de estrés, lo cual repercute en la calidad de la carne pues el estrés provoca un fenómeno conocido en la industria como DFD, por sus siglas en inglés, es decir, se trata de carne oscura, firme y seca.
"Es carne que técnicamente sí se puede consumir, con una cocción y manejo adecuado post mortem, pero es de baja calidad", precisó Sánchez Carrillo.