Alergias estacionales: cuando la naturaleza florece... y también los estornudos

Con la llegada de la primavera y el cambio de estación, la naturaleza se transforma: los árboles reverdecen, las flores brotan y el clima se vuelve más cálido. Sin embargo, para muchas personas este periodo también viene acompañado de estornudos constantes, congestión nasal, ojos llorosos, picazón en la garganta y una sensación persistente de fatiga. Estos síntomas, a menudo confundidos con un resfriado común, son característicos de las alergias estacionales, un problema de salud que afecta a cerca del 30% de la población mundial y que en nuestra región, Reynosa, Tamaulipas, se presenta con particular intensidad.
¿Qué son las alergias estacionales?
Desde el punto de vista médico, las alergias estacionales, también conocidas como rinitis alérgica estacional, ocurren cuando el sistema inmunológico reacciona de manera exagerada a sustancias del ambiente llamadas alérgenos. Entre los principales está el polen, que en primavera aumenta significativamente por la floración de árboles, pastos y malezas. El cuerpo, al detectar estas partículas como si fueran amenazas reales, libera histamina y otras sustancias químicas que causan inflamación de las mucosas respiratorias, dando lugar a los molestos síntomas ya mencionados.
Factores ambientales en Reynosa
En Reynosa, el clima cálido-seco con vientos frecuentes facilita la dispersión del polen, especialmente de árboles como el mezquite, el encino y diversas especies de pastizales comunes en la región. Además, la presencia de polvo en zonas rurales y la contaminación por tráfico vehicular y actividad industrial agravan los cuadros alérgicos. Durante los meses de marzo a junio, el número de consultas por rinitis alérgica y síntomas respiratorios aumenta considerablemente en las unidades de salud públicas y privadas de la ciudad.
Principales desencadenantes en nuestra zona:
· Polen (principalmente en primavera y otoño)
· Esporas de moho, comunes en zonas húmedas o con mala ventilación
· Cambios bruscos de temperatura, típicos en el norte del país
· Contaminación ambiental y polvo, muy presentes en zonas urbanas de Reynosa
¿Quiénes tienen mayor riesgo?
· Personas con antecedentes familiares de alergias, asma o dermatitis
· Niños en edad escolar y adolescentes
· Habitantes de colonias cercanas a terrenos baldíos, áreas verdes sin mantenimiento o zonas agrícolas
· Trabajadores al aire libre expuestos a viento, polvo y contaminantes
¿Cómo distinguir una alergia de un resfriado común?
Aunque los síntomas se parecen, hay diferencias clave. Las alergias no causan fiebre y tienden a durar más de una semana, especialmente si la exposición al alérgeno persiste. Además, suelen mejorar en interiores con ventanas cerradas y empeorar con la exposición al polvo, pasto o aire libre. También es común que los síntomas se repitan año con año en la misma época.
Recomendaciones médicas básicas para controlar los síntomas:
1. Evita salir al aire libre durante las primeras horas de la mañana y al atardecer, cuando hay mayor concentración de polen.
2. Mantén las ventanas cerradas y utiliza aire acondicionado con filtros limpios, tanto en casa como en el
automóvil.
3. Lava tu ropa, cara y cabello al regresar de la calle para eliminar partículas que se hayan adherido.
4. Limpia frecuentemente tu casa, especialmente cortinas, alfombras y ventiladores, que acumulan polvo y alérgenos.
5. Consulta a un profesional de salud: los antihistamínicos, descongestionantes, aerosoles nasales o incluso inmunoterapia (vacunas antialérgicas) son tratamientos efectivos y seguros cuando son indicados correctamente.
Reflexión final
Las alergias estacionales no son sólo una incomodidad menor, pueden afectar de forma significativa el bienestar físico, emocional y social. Pueden alterar el sueño, dificultar el rendimiento laboral o escolar, e incluso desencadenar crisis asmáticas si no se tratan adecuadamente. En Reynosa, donde las condiciones ambientales favorecen su aparición, es fundamental que aprendamos a reconocerlas, prevenirlas y tratarlas con apoyo médico oportuno.
La primavera es una temporada de vida, de luz y de renovación. No permitamos que los estornudos, la picazón o el cansancio nos impidan disfrutarla. Escuchar a nuestro cuerpo, tomar precauciones y buscar atención cuando sea necesario es parte del cuidado integral de nuestra salud.