"Guardianes del saber. Enfermedades más comunes en docentes"

La docencia es una de las profesiones más nobles y fundamentales para el desarrollo de nuestra sociedad; sin embargo, quienes ejercen esta labor se enfrentan a desafíos que van más allá de la enseñanza: su salud física y mental se ve comprometida por las exigencias del entorno educativo y, aunque por lo general cuando pensamos en la salud de los docentes solemos mirar su mente, es su cuerpo el que diariamente también soporta el peso de enseñar. En esta ocasión me gustaría que juntos visualicemos los principales padecimientos que con gran frecuencia enfrentan los docentes.
1. Trastornos de la voz, el instrumento de trabajo en riesgo.
La voz es la herramienta principal de los docentes, y su uso constante puede llevar a trastornos como la laringitis crónica. Esta afección se caracteriza por la inflamación de la laringe y las cuerdas vocales, provocando ronquera y dificultad para hablar. Factores como ambientes secos, ruido excesivo y el uso inadecuado de la voz son desencadenantes comunes. Estudios indican que uno de cada cinco docentes ha padecido esta enfermedad en su carrera profesional.
2. Enfermedades musculo esqueléticas, el costo de la postura prolongada.
El tiempo que los docentes pasan de pie o en posiciones incómodas puede generar lesiones musculoesqueléticas. Dolores en la espalda, cuello y extremidades inferiores son frecuentes. Estas molestias afectan la calidad de vida y el desempeño laboral. Implementar pausas activas y mantener una postura adecuada son medidas preventivas esenciales.
3. Síndrome de agotamiento profesional (burnout)el desgaste invisible.
El estrés constante, la presión laboral y la falta de reconocimiento pueden llevar al síndrome de agotamiento profesional. Éste se manifiesta en fatiga extrema, irritabilidad, insomnio y pérdida de motivación. Es fundamental que las instituciones educativas reconozcan este problema y brinden apoyo emocional y psicológico a sus docentes.
4. Enfermedades crónicas, una realidad preocupante.
En México, el 68% de los docentes padece enfermedades crónicas como diabetes e hipertensión. Estas condiciones aumentan el riesgo de complicaciones y afectan la calidad de vida. Es esencial que los docentes reciban atención médica adecuada y adopten estilos de vida saludables para prevenir y controlar estas enfermedades.
Reflexión final: el bienestar del docente es el bienestar de la sociedad. Los docentes son pilares fundamentales en la construcción de una sociedad educada y consciente. Su salud no debe ser una preocupación secundaria; al contrario, es una prioridad. Es imperativo que las autoridades educativas, las instituciones y la sociedad en general reconozcan y valoren la labor docente brindando el apoyo necesario para preservar su bienestar físico y mental. Sólo así podremos garantizar una educación de calidad y un futuro prometedor para las próximas generaciones.