Columnas - Artículo de fondo

Asalto presidencial a la Constitución

  • Por: JESÚS ZAMBRANO GRIJALVA
  • 09 FEBRERO 2024
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Asalto presidencial a la Constitución

Las 20 reformas propuestas esta semana por AMLO son un asalto al régimen constitucional. Son un intento por enterrar a la propia Constitución al pretender eliminar la división de poderes y controlar al sistema electoral para concentrar todas las decisiones en un solo individuo: el Presidente de la República.

Con excepción de las reformas al Sistema de Pensiones de los trabajadores –que, creemos, deben sufrir cambios- el resto de las iniciativas buscan desaparecer contrapesos y equilibrios estatales, así como anular cualquier participación de la sociedad civil en los asuntos públicos.

La obsesión pejista de anular a la actual Suprema Corte del país debido a que ha actuado con autonomía e independencia al declarar inconstitucionales normas autocráticas promulgadas por la Presidencia, ahora lo lleva a plantear que los ministros, magistrados y jueces sean decididos "por voto popular" en elecciones concurrentes con las federales.

Contrariamente a lo que argumenta la iniciativa obradorista, lo que intenta es que la justicia en México se partidice, ya que los aspirantes a dichos cargos terminarían haciendo campaña de la mano de los partidos contendientes.

Y como Andrés Manuel está haciendo todo lo posible para hacer del suyo, un "proyecto transexenal", operará para que sus candidatos ganen a como dé lugar y terminen de someter al Poder Judicial a los designios presidenciales y acabar con la división de poderes establecidos en la Constitución. Eso, sin contar el costo económico de esas campañas en un gobierno que tanto dice defender la "austeridad republicana", y que tanto critica "el enorme gasto" en los procesos electorales.

A la par de lo anterior, se insiste en desaparecer a los órganos autónomos, entre ellos el INE y el Inai, para intervenir en los procesos electorales, así como para negar a la sociedad la información y transparencia en el uso de los recursos públicos y —con ello— seguir cobijando la corrupción de sus hijos y protegidos (por cierto ¿dónde estaba AMLO y qué dijo cuando fueron aprobados y creados estos organismos?).

El espacio no nos da para abordar la larga lista de propuestas de iniciativas de reformas a la Constitución, como la de la eliminación del fuero presidencial que debería ser retroactivo al primer día de mandato de este gobierno para que se le pueda investigar y fincarle responsabilidades por todas sus tropelías y violaciones al Estado de Derecho, entre ellas el haberse aliado al crimen organizado.

Pero no lo propone por cobarde, ya que teme ser juzgado por "traición a la Patria" al querer asaltar el orden constitucional desde sus raíces.

Su ausencia en el acto republicano de Querétaro el 5 de febrero pasado y efectuar su propio evento en "la sede del rey", en Palacio Nacional, expresa su desdén a los otros dos poderes de la Unión. Eso lo retrata como un autócrata y dictadorzuelo. No es un asunto menor, ya que es nuestro país, el que está bajo amenaza.

Por otra parte, como AMLO sabe que, al tratarse de reformas a nuestra Carta Magna, se requieren mayorías calificadas en ambas Cámaras del Poder Legislativo con las que no cuenta, de modo que sus propuestas no prosperarán.

Pero a escasos ocho meses de terminar su mandato, las presenta con el propósito de seguir metiéndose en el proceso electoral para que su "corcholata" y candidatos las usen como bandera electoral contra la oposición y tratar de lograr una mayoría de diputados y senadores que les permitan, por sí solos, modificar nuestro máximo ordenamiento legal.

Quiere hacerlo porque está obsesionado con lograr que su supuesta "popularidad" se traslade a sus candidatos, consciente de que —al día de hoy— la elección no está decidida a su favor, por eso manda a atacar a Xóchitl hasta en el extranjero. Sabe que puede perder los poderes Ejecutivo y Legislativo el 2 de junio.

Además, le inquieta que, al final de su "reinado", surgen nuevos escándalos de corrupción gubernamental que involucran a sus hijos y brotan las pruebas de sus nexos con grupos del crimen organizado que han financiado sus campañas y las de su "narcopartido" Morena.

Por todo lo anterior, es imperativo apoyar en todas las plazas públicas la concentración convocada para este 18 de febrero en defensa de la democracia. Nuestro llamado a defender a México el 2 de junio. (Presidente Nacional del PRD)

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