El Grito
Estrepitoso fue el fracaso de la celebración del Grito de Independencia del pasado domingo, aunque habrá que decirlo, la lluvia enfrió el ánimo popular y CARLOS VICTOR PEÑA ORTIZ no es propiamente un dechado de simpatía. En el fondo él y los suyos bien saben que se agandallaron la presidencia municipal por otros tres años, agandalle que lo propicio la pobre oposición que postuló candidatos prácticamente por no dejar.
El PAN dio dado jugándola con LUIS RENÉ CANTÚ GALVÁN, El Cachorro no las traía consigo ni siquiera entre los panistas; Movimiento Ciudadano que pintaba para el caballo negro del hándicap municipal se hundió a mitad de campaña por el desánimo de RIGOBERTO RAMOS ORDOÑEZ que tardíamente se dio cuenta que popularidad comprada no conduce a nada aunado a la falta de coordinación con el dirigente estatal de su partido, JUAN CARLOS ZERTUCHE ROMERO y MAURICIO DE ALEJANDRO, por muy animoso que fue, las siglas del PRD no daban para mucho, y entre todos ellos contribuyeron a que El Makito o más bien la doctora MAKI ORTIZ, hoy senadora, que no es de aquí ni es de allá, se saliera con la suya.
Si todos se hubieran juntado en torno a un solo candidato la historia hubiera sido otra y díganos si no, en números redondos de los 580 mil votantes que tiene nuestra querida y madreada Reynosa ocurrieron a las casillas, y eso de ocurrieron es un decir, pero en los datos oficiales el registro fue que votó el 52 por ciento del padrón. De ese porcentaje 26 por ciento lo hizo por El Makito que eso es también un decir y el 22 por ciento por los opositores.
Fueron cuatro puntos la diferencia, que, si hubieran participado en unidad, ese margen lo hubieran hecho talco, pero entre la vanidad, envidia y ambición cada uno jaló por su lado y juntos se fueron al pozo.
Gracias a esa incomprensible actitud de la oposición hoy vamos a tener que chutarnos un alargamiento del Makiato hasta el 2027, aunque se escurre de Ciudad Victoria que para antes de las posadas Carlos Víctor va a andar en medio de tantas broncas que lo más probable es que por su propia salud mental ponga pies en polvorosa.
Por cierto, en la noche del Grito le tuvieron que poner al edil los nombres de los Héroes de la Independencia, con letras grandotas, para que se den una idea mis lectores del tamaño de los titulares de un periódico impreso como EL MAÑANA, o séase, de 60 a 72 puntos, y no porque Peña Ortiz este perdiendo la vista, sucede que no sabe quiénes son y por eso mejor se los apuntaron y en letras de molde, lo que dicho sea de paso no tiene por qué sorprender, el City Mayor, según cuentan, solo estudio aquí en Reynosa cuando todavía no era una ciudad peligrosa ni estaba tan madreada como ahora, hasta el sexto año de primaria y en una institución de corte católico en donde por razones lógicas el cura Hidalgo y los que le acompañaron en la gesta de la Independencia no son santos de veneración tan así que la iglesia excomulgó al cura de Dolores por andar de revoltoso siendo que su ocupación era la de presbítero o padrecito o como quieran llamarle.
Entonces como en donde estudió el énfasis no aplica para los padres de la patria es normal que Carlos Víctor acuse esas deficiencias históricas que ya se parece a los cantantes mexicanos que cuando van a Las Vegas a cantar el Himno Nacional en las peleas de box, cual más cual menos se equivoca al cantar las estrofas nacionales.
Pero que los artistas mexicanos sean ignorantes no tiene, como diría don ARTURO DE CÓRDOBA, la menor importancia, finalmente salvo uno que otro la mayoría no tienen fama de intelectuales pero que el alcalde no obstante que ya era su tercera participación en la fiesta del Grito de Independencia no se haya memorizado los nombres de los padres de la patria, en él sí es imperdonable.
Pero como la vergüenza tampoco es lo que le caracteriza al egresado de Harvard, le viene guango lo que de él digan por aquí y por allá. Es un típico milenial nomás que ni por eso se le puede dispensar no conozca lo elemental de la historia de México.
Y como justa respuesta a su falta de empatía con el pueblo fue que el pasado domingo recibió un baño de agua fría de parte de la escasa asistencia a la plaza Hidalgo, lo cual obedeció a la lluvia y al artista naco, barbajan y balín que presentaron como la gran cosa.
Y es que, oiga usted, en ese tipo de eventos es mejor impulsar los valores locales, que tenemos para dar y repartir, como solía hacerlo RIGOBERTO GARZA CANTÚ cuando fue alcalde en donde la atracción principal de la noche, aparte del Grito, por supuesto, era la presentación del Ballet Folclórico de Reynosa del maestro GUILLERMO GARCÍA BERROICAL.
Hubieran imitado a don Rigo y se habrían evitado dilapidar 30 mil dólares para que un barbaján al que le dicen El Gabito saliera cantando corridos tumbados y narco corridos con palabras altisonantes cuyos temas nada tienen que ver con la celebración de las fiestas patrias a las que aquí se les dio el cerrojazo el pasado lunes con un desfile en donde hubo protestas porque los desaparecidos aumentan y nadie hace nada.
Y por el mundo de la política AMÉRICO VILLARREAL ANAYA tras dar el Grito de Independencia allá en Ciudad Victoria, se apresta para rendir su segundo informe de gobierno. Hay expectativas de tipo político sobre cambios en su equipo de trabajo, aunque el columnista sabe de buena fuente que no hay tal plan, no al menos de aquí a fin de año.
Y regresando a nuestra madreada Reynosa, anuncian que están por inaugurar el Museo del Ferrocarril llamado también el museo de la corrupción. Según las cuentas oficiales le han metido arriba de los 600 millones de pesos y no se ve que esté terminada la obra.
Llevan como seis años en la construcción y nomás para darnos un quemón, la torre Eiffel, símbolo mundial se construyó en año y medio y a un costo de los dólares actuales de 20 millones de dólares. El Museo del Ferrocarril nos salió en 30 millones de los verdes y la Auditoria Superior del Estado no ha dicho esta boca es mía, menos los síndicos y regidores que están de tapete en el Palacio Municipal y lo mismo se puede decir de los diputados locales, pero como cuatro de ellos fueron reelectos tendrán en la próxima sesión del Congreso del Estado la oportunidad de sacarse la espina.
Reynosa no es nada más la COMAPA, hay otras áreas municipales que están convertidas en pozos insondables de corrupción y el Museo del Ferrocarril es una insultante obra de despilfarro y carente de cuentas claras.
Esto y más que estamos padeciendo en nuestra madreada Reynosa que ya comienza uno a creer que como castigo entre San Isidro Labrador y Tláloc nos están dando a llenar de agua para terminar de desgraciar a las pocas calles que estaban más o menos en buen estado.
Como ya estamos en temporada de lluvias y el nuevo periodo está por iniciar, ahí si el hijo de Maki es muy ahorrador disponiendo no meterle dinero bueno al malo porque luego no alcanza y, es que, oiga usted, en lo único que tienen razón es que tapar baches con el tiempo actual y lo que está por venir equivale a un despilfarro. Ni modo, eso nos sacamos por ser indiferentes ante las elecciones.
Y por hoy, BASTA.
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