El que la hace, la paga
El que de nuevo dio muestras de "autonomía" o más bien de respondón, fue JORGE ESPINO ASCANIO, el auditor superior del Estado, quien al comparecer ante los diputados locales allá en Ciudad Victoria, otra vez los mandó por un tubo cuando le exigieron mostrara la documentación de las cuentas públicas que ese organismo ya aprobó.
Y es que, oiga usted, los diputados lógicamente morenistas, sospechan y no por mal pensados, que hay truco en esas aprobaciones, pero lo que no esperaban es que Espino les rebotara en la mera cara que él no es empleado de los diputados.
¡Sopas Petra!, huelga decirles la ira que invadió a la fracción morenista que en estos días ya está preparando un dictamen para darle tronco a este auditor superior del Estado, que se le olvidó que él llegó a ese cargo por la aprobación precisamente de los diputados, que aunque fueron de la legislación anterior no por eso quiere decir que no tenga vínculo con el poder legislativo.
Los actuales diputados son teóricamente sus patrones por la sencilla razón de que son quienes representan al pueblo, quien a su vez es el que paga los sueldos y prestaciones de todos los integrantes de los tres poderes, incluidos los organismos descentralizados que por muy autónomos y salerosos que sean, por supuesto que ellos también son empleados del pueblo, y si los representantes de ese pueblo le piden información, a la de a huevo con papas la debe rendir.
El columnista no tiene idea de quién pitos asesoró a JORGE ESPINO ASCANIO para montarse en su macho, actitud que trae encabritados a los diputados marrones, para lo cual se sabe que ÚRSULA SALAZAR MOJICA, la presidenta de la Junta de Coordinación Política del Congreso, ya convocó a reuniones de trabajo para tratar el asunto del muy "autónomo" auditor superior del Estado.
En mi personal enfoque, resulta inaudito se den este tipo de actitudes, aunque habrá que decirlo, derivan de una costumbre muy arraigada entre la gente del servicio público, lo mismo en cargos administrativos que de elección popular, entre quienes el hábito es mandar al pueblo por un tubo, pero cuando se empaletan se cobijan con el escudo del pueblo, otros en el fuero pero que finalmente viene siendo lo mismo.
Entonces, como que ya deben ir entendiendo que si no les gusta los manden, no se alquilen y eso va también para los ministros de la Suprema Corte de la Justicia de la Nación, que por muy autónomos y soberanos que sean, no pueden menospreciar al pueblo como lo hacen con los diputados y senadores, que son precisamente los representantes populares.
No está a discusión que los ministros tienen el encargo de vigilar que las leyes no sean contrarias a lo que obliga la Constitución Política de México, pero eso no significa que cuando les califiquen una ley lo hagan sin convenimiento alguno. Esas actitudes son las que traen bien contrapunteadas al Poder Ejecutivo con el poder Judicial.
Y aguas camarón, porque en donde al pueblo le dé por ponerse de ambos poderes van a saltar chispas, que seguro estoy mis lectores suponen que las reacciones populares no van a ser en respaldo a los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, quienes ayer tuvieron manifestaciones de apoyo.
Lo anterior comprobó una vez más que los encargados de la justicia no gozan propiamente de la adoración popular, y es que, como pitos van a tener reconocimiento si en lo que va del presente siglo les caracteriza el encasquillamiento y encima de ello los presos que llevan años en espera de que les dicten sentencia, y ya no hablar de la corrupción que es fama pública aletea por juzgados lo mismo federales que del fuero común.
La figura de los jueces llego a ser estimada, pero de TOMÁS YARRINGTON para acá, entró en un franco deterioro.
Y a propósito del exgobernador tamaulipeco, este fin de semana leí en un magazine político un reportaje sobre cómo transcurre la vida del súbdito de RIGO TOVAR, en una prisión de Texas de alta seguridad, lo que al columnista le parece una exageración haber enviado a una prisión así a TOMÁS YARRINGTON.
El caso es que, como cualquier reo, realiza labores de limpieza en los sanitarios y que con frecuencia cae en depresión, permaneciendo encerrado en su celda en la que es compañero de un afroamericano con el que según la crónica, platica escasamente.
Lo bueno para él y sus amigos, es que gracias a la benévola sentencia de nueve años, descontado los seis que lleva detenido desde Florencia, Italia, y la buena conducta que ha observado en el reclusorio, posiblemente para fines de este año recuperará su libertad.
Según la crónica, el trato que ha recibido el exgobernador tamaulipeco no es con el afán de humillarlo, sino de hacerle ver que, en este mundo, el que la hace la paga, algo a lo que no están acostumbrados en nuestro México lindo y querido, lo mismo políticos que hombres de negocios, quienes tienen por costumbre creer que la ley no se hizo para ellos, lo que ya debiera ir cambiando para poder progresar y sobre todo disminuir la inseguridad que es a raíz de la corrupción.
O séase, una cosa nos lleva a la otra y quisiera creer que el caso Yarrington servirá de advertencia para todos aquellos que creen que por ser poderosos están por encima de la ley, una experiencia en cabeza ajena que debe tomar muy en cuenta el alcalde CARLOS VÍCTOR PEÑA ORTIZ, quien ya está crecidito como para creer que cuando tenga broncas va estar detrás de él puesta y dispuesta para salvarlo, su jechu, quien en estos momentos trae mente y corazón en su proyecto de ser candidata al senado por el partido que sea.
No extraña la fidelidad a la filia política porque no es lo que la que ha caracterizado, que por lo que sé, como parte de una estrategia política, tiene como intención borrar el panismo en Tamaulipas, y no verían mal que la postulara por ejemplo, el Movimiento Ciudadano, partido que todo indica postulará para la candidatura alcaldicia a RIGOBERTO RAMOS ORDOÑEZ, quien mientras tanto sigue desarrollando labores sociales por las colonias de las orillas, lo que de pasada le permite confirmar cuáles problemas urbanos siguen persistiendo.
Cambiándole al tema, como se lo comenté en entrega anterior, alienta saber que un grupo farmacéutico invertirá en Tamaulipas 950 millones de pesos y generará 2,400 empleos. Construirán 157 nuevas sucursales de la cadena Farmacias del Ahorro, en un plazo de cinco años. Buena noticia la dio a conocer el gobernador AMÉRICO VILLARREAL ANAYA.
Y por hoy, BASTA.
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