Columnas - El Mensaje en la Botella

Los siguientes dos niveles

  • Por: EL CONTADOR TÁRREGA
  • 28 MAYO 2023
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Los siguientes dos niveles

Compartiré en esta ocasión los siguientes dos niveles de mi programa de desarrollo de pequeños líderes. Solo como recordatorio, el primer nivel se llamó “Pequeño Líder en embrión” (la ardilla), y el segundo, “Pequeño Líder en ciernes” (el murciélago), ambos publicados con anterioridad.

 

Pequeño líder en desarrollo

El tercer nivel se llama “Pequeño Líder en desarrollo”, tiene como animal emblemático al oso, de quien se pretendería emular la fuerza y la condición física.

En este nivel, las metas van enfocadas a que el niño aprenda a cuidar su salud física y a adquirir hábitos de vida saludables, incluyendo aquellos relacionados con su higiene personal.

No es por nada, pero cuando uno está chamaco como que le da flojera la bañada y esas cosas. Al menos así me pasaba a mí. Les confieso que una vez intenté engañar a mi mamá mojándome solo el copete y diciendo que ya me había bañado, pero yo creo que nomás de olerme se descubrió la mentira, por lo que más tardé en salir del baño con mi copete remojado, que caer sentado en la regadera del tremendo “patadón” con el que me devolvió mi madre (exagerando un poco, solo un poco).

En la carta introductoria se le hace ver al niño la importancia de cuidar su cuerpo y su salud, y en la parte final de la carta se le dice: “Recuerda: No necesitas parecer una estrella de cine para triunfar, pero sí es importante que, en todo lo que esté a tu alcance, te esfuerces por cuidar de ese aliado tan importante que es tu cuerpo”.

Así que, chamacos, a hacer ejercicio, bañarse y lavarse los dientes, y no intenten engañar a su madre, es inútil, se los digo por experiencia.

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Pequeño líder avanzado

El cuarto nivel se llamaría “Pequeño Líder avanzado”, con el guepardo como animal emblemático, simbolizando la velocidad, los reflejos y la rapidez para actuar. La aplicación de estos atributos en la vida del niño estaría enfocada en ayudarlos a vencer la pasividad y la inercia, ser proactivos (hacer lo que deben hacer sin necesidad de que se les pida) y trabajar con agilidad, pero sin desatender la calidad.

Para terminar, la carta introductoria de este cuarto nivel, que dice:

“Mi buen(a) amigo(a) Pequeño(a) Líder:

¿Sabías que el Guepardo (o Cheetah, como también se le llama) es el animal más veloz del mundo? Puede alcanzar velocidades de hasta 110 kilómetros por hora ¿Te imaginas? ¡Eso es más que el límite de velocidad en una autopista! (me pregunto si alguna vez habrán multado a un guepardo por exceso de velocidad).

Bueno, el caso es que este felino tan veloz es el que representa las metas que trataremos de alcanzar en este nivel, ya ubicados en la segunda mitad de tu desarrollo como líder.

¿Por qué? Porque al igual que un guepardo, un líder debe ser veloz y ágil para actuar y debe evitar andar “con la pachorra”, como se dice cuando alguien anda que parece que le pusieron plomo en las patas, perdón, los pies.

Pensar con agilidad (darse cuenta de las cosas antes que otros) y actuar con agilidad (tomar la iniciativa) harán de ti un buen líder. Hacer las cosas positivas (o que debes hacer) sin necesidad de que te lo tengan que pedir, y adoptar esto como un hábito de trabajo, permitirán que realmente marques una diferencia no solo ahora, sino en todo lo que llegues a hacer en el futuro, así que te invito a mover el trasero y ponerte a trabajar ¡a la velocidad de la luz!”

Bueno, ahí quedaron estos dos niveles, nos restan solo dos más. Están cerca las vacaciones de verano, así que este tiempo sería una buena oportunidad para poner a los chiquillos y chiquillas (evocando a Fox) a trabajar en cosas productivas como éstas. Ellos son como esponjitas y, por experiencia propia de cuando manejé un grupo de boy-scouts en Tampico, todas las enseñanzas que sembremos en ellos en esta época de sus vidas, los acompañarán por muchos años y los inspirarán para hacer el bien aplicando los principios y valores que aprendieron desde su más tierna edad. Ahí les dejo la invitación y la reflexión. Y como siempre digo en Facebook: Bueno, bye.

 

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